Retrato robot del nuevo inversor en activos alternativos: quién es y qué demanda

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Laverrue, Flickr, Creative Commons

El interés de los inversores institucionales por los activos alternativos ha aumentado considerablemente en los últimos doce meses. Así lo reconocen numerosos responsables de ventas al frente de oficinas españolas de gestoras internacionales. Es el caso de Lorenzo Coletti, director de ventas de Pictet AM en España: “Todos los segmento de clientes, desde retail hasta puros institucionales han mostrado interés en estrategias de tipo alternativo, sobre todo las market neutral”. Desde Franklin Templeton Investments, Ramón Pereira corrobora esta tendencia: “En el entorno actual de mercados, con la renta fija ofreciendo muy poco valor y con los inversores nerviosos con el comportamiento de la renta variable, hemos visto un creciente interés por estrategias que descorrelacionen las clases de activos tradicionales. Si miramos el mercado institucional americano, más de un 30% de los activos están en estrategias alternativas, en Europa la penetración es mucho menor, pero el creciente interés nos hace pensar en una tendencia clara de crecimiento de las distintas estrategias con alternativos en las carteras institucionales”.

Íñigo Escudero, Director de Ventas y de Servicio al Cliente para Iberia y Latinoamérica de Invesco AM, comparte este último punto de vista: “Los inversores institucionales buscan fondos y estrategias alternativas que les aporten diversificación a la cartera, sobre todo aquellos que presentan una elevada descorrelación con las clases de activos tradicionales, que en todo caso siguen ocupando la mayor parte de las carteras”. “Los inversores que estaban cómodos con las carteras de bonos y acciones tradicionales han tendido a diversificar cada vez  más sus asignaciones de activos. Con los alternativos ofreciendo también mejores comisiones y la transparencia - y un potencial de inversión mayor - que hace unos pocos años, las razones para evitar alternativos también han disminuido” añade Álvaro Antón, responsable sénior de desarrollo de negocio de Aberdeen AM para España. 

La tendencia española se entronca en un movimiento global, por el cual los inversores institucionales – tanto los que no habían invertido nunca como los que llevaban tiempo sin hacerlo- han vuelto sus ojos hacia los activos alternativos en demanda de una mayor rentabilidad. “Tras la crisis financiera de 2008, la inversión en alternativos – que hasta entonces se había visto como propia de los individuos con altos patrimonios- se ha expandido hacia el área institucional a través de un proceso que ha sido denominado frecuentemente “institucionalización de los alternativos”, y se han vuelto más accesibles para el gran público”, explican desde Goldman Sachs AM.  

Desde la firma consideran que “la fase de transición del entorno económico, junto con el retorno de la volatilidad a los mercados, representa desafíos clave para los inversores”. A su vez, una de las razones por las que consideran que ha aumentado el interés por la inversión alternativa “es la necesidad de diversificar la cartera, lejos de activos tradicionales como renta fija o renta variable, y los recientes episodios de agitación en los mercados han probado una vez más la importancia de ser cautos y estratégicos al asignar el capital”. 

¿Qué tipo de inversores se están interesando por los alternativos?

"Estamos encontrando interés de inversores que ya estaban en alternativos, pero también de instituciones que históricamente han invertido en activos tradicionales. También vemos un fuerte interés por soluciones alternativas líquidas con formato UCITS”, afirma Karim Leguel, responsable de soluciones alternativas de hedge funds, estrategia de clientes y gestión de carteras de clientes de J.P.Morgan AM para la región EMEA. “Esta es una oportunidad para acceder a estrategias parecidas a los hedge funds pero en un formato de oferta pública y con liquidez diaria”, añade. 

“Estamos detectando un interés muy fuerte por parte de inversores intermediarios como banca privada y gestores patrimoniales”, afirma Andrew Dreaneen, responsable de producto y desarrollo de negocio de Schroders GAIA. Igual de claro se muestra Roberto Giuffrida, responsable de desarrollo internacional de negocio de Permal, filial de Legg Mason Global AM: “Ciertamente ha habido un repunte del interés de las aseguradoras europeas, y la gestión privada de patrimonio (tanto a través de bancos privados como de family offices) se ha vuelto más activa en activos alternativos otra vez”. Opinión similar a la de Philippe Ferreira, responsable de análisis de Lyxor AM: “Claramente hemos observado mayor interés por activos alternativos, sobre todo por estrategias en un formato líquido y regulado. Durante los últimos dos años hemos observado mayor interés por parte de las bancas privadas, que habían salido del segmento en los años anteriores”.

El último en corroborar esta tendencia, es Ramón Pereira, que afirma que el interés se ha detectado “claramente entre las bancas privadas y el inversor final”. El responsable de ventas de Franklin Templeton aporta una explicación más detallada: “En banca privada, el peso de activos de baja volatilidad siempre ha sido muy importante. Con las rentabilidades que ofrece hoy la renta fija, en los últimos tiempos hemos visto mucho interés por estrategias de baja volatilidad que descorrelacionen con la renta fija, y esto es algo que podemos conseguir a través de estrategias alternativas”.

“En los últimos años, los inversores se han beneficiado de unos retornos ajustados al riesgo anormalmente fuertes procedentes de los activos tradicionales, con el S&P 500 habiendo subido más del 240% desde lo más profundo de la crisis en marzo de 2009. Esto ha sido un resultado de tanto la mejora de los fundamentales económicos como de las medidas de estímulo sin precedentes, que han elevado la valoración de la renta variable, comprimido la rentabilidad de la renta fija y contenido la volatilidad del mercado. Incluso aunque nosotros, como inversores, sepamos que deberíamos mirar hacia el futuro, puede ser difícil no apegarse a los activos que lo han hecho bien en el pasado”, reflexionan desde Goldman Sachs AM. 

Sin embargo, desde la firma predicen que “es probable que los retornos de activos tradicionales (como renta variable y renta fija) sean más apagados y susceptibles de sufrir fuertes correcciones”. Para muestra un botón: el pasado mes de enero, el S&P 500 tuvo sus primeros cuatro días de apertura más malos desde que se llevan registros, con un repunte espectacular de la volatilidad. “Frente a este escenario, hemos visto a inversores de todo tipo asignando cada vez más activos a la parte de alternativos, con el universo UCITS alternativos líquidos demostrando una tasa de crecimiento anual compuesta del 24% entre 2011 y 2015”, concluyen desde la entidad.