El negocio de banca privada en España se transforma: retos y oportunidades de la industria en 2020

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El primer estudio regional sobre banca privada, elaborado por Funds People en colaboración con Tressis, arroja varias conclusiones sobre el negocio de altos patrimonios en España. A grandes rasgos, el perfil del cliente de banca privada ha variado en los últimos años. Además, tanto los cambios regulatorios como la digitalización han modificado la manera de comportarse y relacionarse con los clientes.

La esperanza de vida de éstos es cada vez mayor, sin embargo, los clientes de banca privada españoles siguen siendo conservadores, lo que obliga a los banqueros y agentes, dado el actual contexto de mercado, a adoptar un modelo flexible que se adapte a atender las necesidades de cada uno de ellos.

Para José Miguel Maté, consejero delegado de Tressis, esto les obliga  a enfrentarse a un doble reto: “Dar soluciones a estas personas cada vez más mayores y en un entorno complicado”, ha explicado este martes durante la presentación del estudio, organizado en el Auditorio de Pérez-Llorca en Madrid.

No en vano, en su opinión, “la industria tiene por delante una oportunidad magnífica, tenemos el reto de que nuestros clientes reconozcan el valor que prestamos y paguen por ello. Es el mejor antídoto que tenemos para capear la reducción de márgenes”, ha argumentado.

Principales desafíos

Paula De Biase, responsable de la práctica de servicios financieros de Pérez-Llorca, ha identificado los principales retos que tiene la industria desde el punto de vista regulatorio. En primer lugar, la tendencia ESG, puesto que se ha publicado el reglamento de divulgación, que stá previsto entre en vigor en marzo de 2021. Este insta a “dar información sobre la integración de los factores ESG, e impacta también a los que dan asesoramiento”, ha explicado Pérez De Base, que considera que las gestoras sobre todo internacionales ya llevan años con equipos internos integrados.

En segundo lugar, ha señalado a la fiscalidad política y a la regulación de figuras como, por ejemplo, las sicav. Y en último, a la tecnología, donde la normativa PSD2 regula a las empresas que ofrecer información de datos agregada sobre varias entidades. Esto cree que traerá “mucha competencia entre las fintech”.

Desde el punto de vista tecnológico, Salvador Mas, Global Head of Digital de Allfunds, también ha mencionado esta última normativa, que en su opinión “tiene mucha importancia para la industria de gestión de activos y banca privada porque a partir de ahora, se va a poder vincular un contrato de gestión a la cuenta del cliente”.

Al contrario, Mas ha valorado la evolución de los robo advisors o el bockchain hasta ahora como decepcionante. “La mayoría de los que han sobrevivido en Estados Unidos se han convertido en plataformas de asesores financieros independientes, pero esa no era la expectativa inicial de robo advisors, mucho más disruptiva”, ha criticado.

Por último, Elisa Ricón, directora general de Inverco, ha valorado muy positivamente la llegada de MiFID II a la industria desde el punto de vista cuantitativo, con máximos históricos de patrimonio por encima de los 500.000 millones de euros incluyendo inversión nacional, extranjera y sicav. Y por encima de los 600.000 millones si se incluyen pensiones.

Con respecto a su objetivo de aumentar el valor añadido de la distribución, ha asegurado que el 21% del total de la distribución de IIC en España se hace a través de los servicios de Gestión Discrecional de Carteras (GdC). En cuando al servicio de asesoramiento, hay más de dos millones asesorados, que supone un incremento del 76%.

Por la vía de los ingresos, el 95% de los ingresos por la prestación de servicios de inversión son ingresos de las entidades de crédito. El 54% de los ingresos es por colocación de producto financiero, el 12% por asesoramiento, el 9% por gestión de carteras, el 15% por custodia y el 9% por otros.

Por contextualizar, “los ingresos por colocación de producto era el 72% en 2012”, ha recordado Ricón.

El segundo punto que pretendía mejorar la norma era la arquitectura abierta y, con ello, la mejora de costes para el inversor. Según Inverco, el 21,4% de las IIC comercializadas en España son de terceros, no es de producto propio. En el servicio de Gdc se hace un uso intensivo de la arquitectura abierta, con un 40% de productos de terceros.

También los gastos asociados a producto se han reducido en los últimos 10 años entre el 18% y el 61% dependiendo de la categoría. También el porcentaje de retrocesión media.

En último lugar, MiFID pretendía aumentar la transparencia en la industria, aunque según Ricón queda alguna asignatura pendiente con respecto a cómo ofrecer información al inversor. “En mi opinión la información que se ofrece ahora no es fácil y clara, ya hay una consulta abierta”, ha recordado.

Ha querido hacer especial hincapié en la Nueva Capital Market Union (CMU, de octubre de 2019), que analiza cómo queda la Unión Europea ante la retirada de Reino Unido de la región, uno de los principales líderes, ya que hay mucha preocupación. Se constituyó un grupo de reflexión que trata los siguientes temas: paseo de los ahorradores en inversores, una nueva categoría de inversor (si no cumple los requisitos para ser inversor profesional se le podría tratar de forma intermedia), riesgo de pobreza en la jubilación, promover sistemas de pensiones multipilar, etc, ha rematado Ricón.

 

Para descargar el I Estudio de Banca Privada haga click aquí.