“Piense diferente” es el eslogan publicitario que lanzó Apple en 1997 y que recuperó en 2009, y que ha guiado a la compañía a lo largo de todo el proceso de innovación de producto con el que ha revolucionado la informática y las comunicaciones desde entonces. Al observar los últimos lanzamientos de gestoras de fondos, parece que este lema también encaja con la innovación en fondos de inversión, y ciertamente está inspirando a muchas firmas para encontrar nuevas soluciones que se alejen de lo convencional para generar retornos en un entorno de tipos bajos.
En esta línea, marzo ha dejado dos nuevos lanzamientos en el espacio de fondos multiactivos, aunque con un claro viraje hacia la gestión alternativa. La primera propuesta es de BlackRock y recibe el nombre de BSF Style Advantage y tiene la misión de generar rentabilidades absolutas en diversas clases de activos recurriendo a “factores de estilo” (value, momento, calidad, volatilidad y carry) en un marco de inversiones alternativas líquidas y eficientes en materia de costes.
Desde BlackRock puntualizan que “aunque los profesionales de la gestión activa llevan utilizando estas estrategias durante décadas para sus fondos long-only, este fondo tiene como objetivo aprovechar y combinar estos catalizadores de rentabilidad mediante una diversificada cartera long-short formada por más de 2.500 títulos de renta variable, renta fija, materias primas y divisas”, dando así como resultado un fondo que no está expuesto a las fluctuaciones del mercado y con una correlación reducida a los activos tradicionales. El producto estará gestionado por el Grupo de Estrategias basadas en Factores de BlackRock, encabezado por Ked Hogan, director de inversiones.
En el caso de SYZ AM, el lanzamiento ha sido doble, al anunciar el nacimiento de dos nuevas estrategias de Active Allocation y Risk- Based Allocation gracias a la reciente ampliación de capacidades de la firma. Los frutos son el fondo OYSTER Multi-Asset Diversified, gestionado por Hartwig Kos y Fabrizio Quirighetti y que aspira a conseguir una rentabilidad similar a las acciones pero con menor riesgo, y el fondo OYSTER Multi-Asset ActiProtect, basado en una asignación dinámica del presupuesto de riesgo. Claude Cornioley y Guido Bolliger se hacen cargo de este segundo fondo, que tiene el objetivo de generar dos tercios de la rentabilidad de ciertos mercados de renta variable pero con sólo un tercio del riesgo presente en estos mercados. “Estos dos enfoques complementarios vienen a sumarse a la estrategia Absolute Return, que pretende proteger el capital ofreciendo al mismo tiempo un perfil de rentabilidad-riesgo equiparable a una inversión en renta fija”, han comentado desde la firma.
Dentro del campo de la inversión alternativa se ubica igualmente el lanzamiento de Schroders, el Schroder GAIA II NGA Turnaround. Se trata de un producto que combina posiciones cortas y largas en crédito corporativo y renta variable, sobre todo en activos norteamericanos, proporcionando diversificación por sectores, estructura de capital y emisores. La firma ha promocionado el vehículo como el primer fondo distressed líquido, así como el primer fondo que estrena la plataforma GAIA II: “Pretende capitalizar las ineficiencias que existen en el mercado de activos distressed debido a la carencia de conocimientos sobre el proceso de bancarrota y la maximización de retornos en procesos de quiebra, compañías distressed y situaciones en las que se producen cambios de rumbo”, explican desde Schroders. El producto será gestionado externamente por New Generation Advisors (NGA), firma con una experiencia de 26 años en la gestión de activos distressed.
El último ejemplo en este bloque es el de MFS Investment Management, con el lanzamiento del MFS Meridian Funds- Managed Wealth Fund, un fondo de renta variable global long/short que trata de generar rentabilidades totales con volatilidad inferior a la del mercado global de renta variable gracias a la superposición de la asignación táctica de activos que emplea instrumentos derivados para reducir la volatilidad. Fuentes de la gestora explican que la construcción de la cartera del fondo sigue tres fases: asignación estratégica a renta variable global, exposición flexible al mercado y coberturas sistemáticas que ayuden a gestionar las perturbaciones por efecto de riesgos extremos. El gestor de carteras James Swanson, director de estrategia de inversión de MFS, será el principal gestor del fondo y contará con la colaboración de Jonathan Sage, responsable de la selección de valores para la cartera.
Otros movimientos
La nueva propuesta de BNY Mellon IM también ofrece al inversor un enfoque distinto al tradicional, aunque este caso para invertir en el mercado de crédito. Se trata del BNY Mellon Global Credit Fund, que estará gestionado por el equipo de renta fija de Insight (parte de BNY Mellon), liderado por Peter Bentley y Adam Whiteley. Desde la firma indican que el fondo ha sido creado “como alternativa a los enfoques tradicionales de los mercados de crédito, que tienen una alta limitación regional”. Así, el objetivo de BNY Mellon IM es “generar rendimientos a través de posiciones en renta fija global de grado de inversión, además de en sectores y regiones a nivel internacional donde los diferenciales de crédito aportan más valor”, un enfoque flexible que permitirá al equipo gestor obtener rentabilidad infraponderando posiciones donde los diferenciales aporten un valor menor. Además, los gestores podrán tener la opción de incrementar la exposición a high yield, préstamos, titularización de activos, deuda emergente, deuda gubernamental y divisa cuando lo consideren oportuno.
La última novedad que ha dejado marzo ha sido el anuncio por parte de Legg Mason Global AM de fusionar consu gama de fondos mundiales los siete fondos de Martin Currie, gestora que adquirió en 2014 y cuya oferta trajo a España en febrero de 2015. Desde la firma han aclarado que se mantendrán sin cambios tanto los objetivos de inversión actuales como la estrategia de gestión de cada fondo
