Regulación PRIIP paso a paso. Instrumentos de categoría 3

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Continuando con la serie de artículos sobre el documento de datos fundamentales (KID) impuesto por la regulación PRIIPs, en esta nota tratamos los instrumentos de categoría 3.

La categoría 3 de la normativa PRIIPs contiene productos cuyos rendimientos no tienen un comportamiento lineal en relación al precio de un  subyacente. Algunos ejemplos serían,  estructurados como auto-cancelables, bonos con cupón flotante, pagarés vinculados a renta variable o cualquier ETP con una construcción similar[1].

En esta nota nos vamos a concentrar en el cálculo del parámetro de riesgo de mercado (MRM) y los escenarios para esta categoría.

Riesgo de mercado (MRM)

Debido a la no linealidad de los productos sobre el subyacente, el método paramétrico no es adecuado para el cálculo del riesgo de mercado y los escenarios. Por ello, como detallamos a continuación, la normativa impone el bootstrapping para su cálculo. Para calcular el MRM la regulación considera dos observables, los precios de los activos (o niveles de precios) y las curvas ligadas a estos activos, como la curva de tipos de intereses para un bono con cupón flotante.

Precios o los niveles de precios:

Para instrumentos que no dependen del valor de alguna curva de interés, la estimación de la distribución de los rendimientos futuros se realiza construyendo caminos mediante muestreos basados en los rendimientos históricos del producto.

Esto se realiza con técnicas de bootstrapping, es decir, la estimación de un rendimiento, como el de mañana, rhoy+1, es igual a un rendimiento histórico elegido de manera aleatoria dentro de una ventana temporal determinada; el rhoy+2 se realiza de manera idéntica y así sucesivamente hasta llegar al periodo de mantenimiento recomendado (RHP) rhoy+RHP. De esta forma se obtiene un camino aleatorio del precio del producto. Repitiendo este proceso (10000 veces según la regulación) se consiguen distintos caminos con los que se obtiene la distribución de los rendimientos para el RHP. En la Ilustración 1 se muestra en gris 10 ejemplos de estas trayectorias de precios.

El VaR del producto se calcula a partir de la distribución obtenida, tomando el percentil 2.5 (P2.5) , es decir, el camino que representa el 2.5% de menor rendimiento. De la misma manera que en categoría 2, se obtiene el VEV[2] y con él, a través de la tabla ofrecida por la regulación, el MRM[3].

Curvas:

Para productos cuyos pagos dependen de valor de una curva (o un componente de una curva) como puede ser el vencimiento a 6M de la curva del EURIBOR, la regulación impone, previo al uso de este indicador, limpiar o filtrar las curvas de ruidos estocásticos mediante el análisis de componentes principales (PCA).

El PCA utiliza las correlaciones de las variaciones de cada componente de la curva para obtener la estructura de las variaciones históricas más importantes. La variación generalmente más significativa, es el desplazamiento paralelo de toda la curva, es decir, subida o bajada de tipos constante para todos los vencimientos. Otra variación que suele destacar  es el aplanamiento o aumento de la pendiente entre los vencimientos más cortos y los más largos. Las curvas se filtran proyectando todas las variaciones sobre las tres características más importantes obtenidas con el PCA.

A continuación, realizamos el mismo procedimiento de bootstrapping mencionado anteriormente para la estimación del rendimiento. Con el objeto, en este caso, de calcular las distribuciones simuladas de cada vencimiento de la curva.

Finalmente se calcula la distribución de rendimientos del producto mediante el método de bootstrapping sobre los precios históricos utilizando las distribuciones de las curvas de las que pueda depender el precio del activo (mencionadas en el párrafo anterior ). Con los rendimientos simulados el VaR, VEV y el MRM se calcula tal como se ha explicado anteriormente.

PRIIPS

Escenarios:

Escenarios estándar.

Para los escenarios estándar se usa la misma distribución usada para el cálculo del MRM, donde se seleccionan los percentiles P10, P50 y P90 para el escenario desfavorable, moderado y favorable respectivamente. En la Ilustración 1 se puede observar la evolución de estos escenarios en función del horizonte temporal. Los periodos intermedios que se deben mostrar en el KID son los mismos que en categoría 2, ver anterior artículo.

Escenario de tensión.

Para el escenario de tensión el valor de la volatilidad de tensión es la volatilidad del conjunto de periodos más extremos contenidos en los datos históricos, calculada de la misma manera que en la categoría 2. Con esta volatilidad escalamos las rentabilidades de los datos históricos de tal manera que todo el conjunto de datos históricos tengan una volatilidad igual a la de tensión. El bootstrapping se realiza sobre estos datos históricos escalados, construyendo caminos aleatorios y obteniendo una distribución de rentabilidades con alta volatilidad. El valor del escenario de tensión es su P5[1]. En la ilustración 1 se puede ver la evolución a lo largo del tiempo del escenario de tensión.

El conjunto de todos estos datos forman el documento de datos fundamentales para el inversor, permitiéndole conocer de un vistazo los principales riesgos que conlleva invertir en el producto. Los parámetros más complejos se han traducido a escalas de valor para simplificar al máximo su significado de modo que un inversor sin grandes conocimientos financieros los pueda entender sin problema.

En el próximo artículo explicaremos el cálculo de los riesgos y escenarios para los productos de categoría 1.

 


[1] P1 para periodos menores a un año.

 

 


[1] El resto de condiciones de la categoría 3 son las mismas que en categoría 2, ver anterior artículo sobre categoría 2.

[2] Volatilidad equivalente al VaR.

[3] Parámetro de Riesgo de Mercado (MRM por sus siglas en inglés).