¿Realmente debería incluir inversiones alternativas en mi cartera?

ManuelGutierrezMelladoSatrustegui
BlackRock

TRIBUNA de Manuel Gutierrez-Mellado, miembro del equipo de ventas de BlackRock de Iberia. Comentario patrocinado por BlackRock.

Han pasado más de diez años desde que comenzase la crisis financiera. Le siguieron una serie de acontecimientos sin precedentes en los mercados financieros de todo el mundo y, a día de hoy, seguimos viviendo sus consecuencias.

Dado que los mercados desarrollados introdujeron políticas monetarias más acomodaticias —provocando que las rentabilidades de la deuda pública y los tipos de interés se situaran en mínimos históricos—, el papel tradicional de algunas clases de activos, como la renta variable long only o la deuda pública, ha cambiado considerablemente.

En ocasiones, y gracias a los datos macro económicos positivos que estamos viviendo en los últimos meses, podemos llegar a creer que la recuperación económica mundial parece ir a toda máquina, pero todavía quedan algunos aspectos que mejorar. La volatilidad que hemos presenciado desde el inicio de la crisis se ha ido convirtiendo gradualmente en la norma general de nuestro día a día y los shocks de los mercados ya no tienen las repercusiones inmediatas y extremas de otros tiempos. De hecho, podríamos decir que la incertidumbre se ha convertido en nuestra nueva certeza.

Históricamente, la renta fija y la renta variable han tenido comportamientos diferentes: los mercados de renta variable se beneficiaban del crecimiento en la economía y las inversiones en renta fija ofrecían a las carteras una cierta protección frente a caídas en periodos de recesión de los mercados. Sin embargo, según el Fondo Monetario Internacional, desde 2010 se viene observando un aumento en la correlación de las clases de activos, lo que plantea un dilema para los inversores.

Los argumentos a favor de diversificar las carteras son difíciles de rebatir, incluso si las clases de activos tradicionales se mueven de forma simultánea o con un nivel de sinergia cada vez menos predecible, por lo que los inversores deben ampliar cada vez más sus miras para encontrar retornos no correlacionados.

La ventaja de las inversiones alternativas líquidas

Las inversiones alternativas líquidas, que combinan diferentes estrategias de inversión con el objetivo de generar un nivel determinado y estable de rentabilidad absoluta independientemente de las condiciones de los mercados, presentan una serie de ventajas que los inversores están empezando a adoptar de manera más recurrente.

Así, cabe deducir que las denominadas inversiones alternativas han dejado de ser aquellas estrategias nicho que ofrecían un impulso adicional, sino que ahora empiezan a brindar a los inversores un perfil de riesgo/rentabilidad no correlacionado, estable y una menor volatilidad, lo que garantiza su sitio en las carteras de los clientes.

Fondos aptos para todas las condiciones de mercado

Las clases de activos tradicionales son cada vez menos predecibles y los inversores siguen anhelando aquella tranquilidad previa a la crisis. Estos factores han provocado una creciente adopción de los alternativos líquidos por los inversores españoles. Es verdad que este tipo fondos alternativos — emplean técnicas con derivados, estrategias cuantitativas basadas en factores, combinaciones de estrategias long/short en las carteras—podrían pasar por alto algunas oportunidades de rentabilidad en mercados que se revaloricen con rapidez, pero su objetivo, no podemos olvidarlo, es ofrecer retornos descorrelacionados y protección frente a caídas del mercado.

¿Cuál es la estrategia que más me conviene?

Una vez comprendidos los posibles beneficios de añadir cierta exposición a inversiones alternativas en una cartera ya de por sí diversificada, el siguiente paso es estudiar las distintas estrategias y decidir cuál se adapta mejor a sus necesidades.

Si trasladamos este análisis a la gama de productos de BlackRock, y lo combinamos con el poder de la tecnología, nos encontramos con uno de los fondos del equipo Scientific Active Equity (SAE): el fondo BSF Americas Diversified Equity Absolute Return.

Este producto se estructura mediante procesos cuantitativos que capturan tendencias ofrecidas por grandes cantidades de datos o big data y tecnologías avanzadas para identificar oportunidades de alfa. Su objetivo es aprovechar las oportunidades en los mercados de renta variable en Norteamérica y Latinoamérica, independientemente de las condiciones y sin apenas correlación con los factores de riesgo tradicionales.

Otra opción a considerar es la de un enfoque multigestor. Dentro de esta estrategia, destacamos el fondo BSF Multi-Manager Alternative Strategies que opera en virtud de la normativa UCITS y ofrece a los inversores acceso a las capacidad de los mejores gestores de hedge funds. Este producto tiene liquidez diaria con unas comisiones ajustadas.

Ambos productos están diseñados con el objetivo de generar una rentabilidad positiva constante independientemente del rumbo de los mercados mediante el uso de posiciones cortas y largas para lograr una rentabilidad constante con menos volatilidad que la de un fondo de renta variable long-only, unas estrategias muy a tener en cuenta en estos días en los que reina la incertidumbre.