Ramón Esteruelas: “La rentabilidad, el cambio de mentalidad y la regulación son las claves del crecimiento de la ISR”

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Ramón Esteruelas, BNP Paribas

En un encuentro organizado por Spainsif y BNP Paribas, Ramón Esteruelas, senior investment specialist de SRI & Thematic Equities en BNP Paribas, ha explicado la experiencia de la gestora gala a la hora de considerar criterios ASG (ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo) en la construcción de sus carteras. Para Esteruelas, la inversión socialmente responsable está dejando de ser un fenómeno nicho y, en su opinión, la consideración de criterios no financieros en la selección de valores será en un futuro próximo “una parte más del proceso de inversión”.

Según las cifras de la consultora Vigeo, a finales de 2015 había en Europa unos 136.000 millones de euros bajo gestión ISR, habiendo experimentado un fuerte crecimiento, sobre todo después de la crisis. Este crecimiento se debe, según Esteruelas, “a que la rentabilidad acompaña, ya que la gestión ISR no supone una merma en los rendimientos, al cambio de consciencia respecto a problemas sociales y ambientales y a la regulación”. En este sentido, el especialista de SRI de BNP Paribas señaló que el artículo 173 de la Ley de Transición Energética aprobada recientemente en Francia, obliga a los inversores institucionales a informar de si se incluyen criterios ASG en los procesos de gestión de activos.

Francia es precisamente el país líder en activos socialmente responsables, ya que se calcula que un 38% del total de activos bajo gestión en el país vecino siguen criterios ASG. Le siguen Reino Unido con un 18%, Suiza con un 10% y Holanda con un 9%. En España se calcula que la cifra ronda el 1%.

La metodología de BNP Paribas

Con una experiencia en ISR de 14 años, la gestora gala administra unos 20.000 millones siguiendo criterios ASG. “Lo más importante es tener un equipo de analistas ASG pero independiente de los gestores”, señala Esteruelas. El equipo está formado por seis analistas y está liderado por la española Helena Viñes. Cada analista está especializado en un sector, que se va dividiendo en subsectores, por regiones y capitalización bursátil en el que cada empresa recibe una calificación de 0 a 100 en cada pata ASG.

Los analistas tienen en cuenta unos 200 indicadores y para la nota final de cada valor hay un peso del mínimo del 30% de la nota de gobierno corporativo, un 20% del aspecto social y de un 10% del ambiental. Los pesos definitivos se fijan en función de las actividades concretas de cada sector. A esta parte más cuantitativa del proceso se añade el análisis cualitativo de cada analista, que puede variar un 30% de la calificación en uno u otro sentido en función de las controversias y de su nivel de relevancia, de los datos o de las perspectivas. Ya con la nota media se elabora un ranking por deciles. “Para la construcción de la carteras se excluyen los valores en los tres últimos deciles y deben sobreponderarse los que se encuentran en los tres primeros”, explica Esteruelas. El seguimiento es continuo y el proceso de revisión, anual. Los analistas cuentan con el apoyo de la información de Sustainalytics, Truecost, MSCI EG y de brokers especializados en ISR.

Dos fondos gestionados con estos criterios, uno centrado en el agua y otro en temas de desarrollo humano, han estado entre los más vendidos por la red de BNP Paribas el año pasado.