Radiografía actualizada del mercado de bonos asiático

Antena
Marat Gilyadzinov

Asia (excluyendo Japón) ya representa más de la mitad de la población mundial. Esas personas generan un tercio del volumen de comercio de mercancías del mundo, atraen más de una cuarta parte de la inversión extranjera directa mundial y realizan el 65% de las solicitudes de patentes en todo el mundo. Han registrado un crecimiento del PIB per cápita y expandido su clase media a un ritmo mucho más rápido que otras regiones emergentes en los últimos 30 años. Para 2050, si las estimaciones del Centennial Group International y McKinsey Global Institute demuestran ser correctas, la región producirá más de la mitad del PIB mundial.

Durante los últimos 20 años, este crecimiento se ha sostenido con un riesgo fiscal muy moderado. La región es un acreedor neto para el resto del mundo y su carga agregada de deuda pública, del 55% del PIB, es poco más de la mitad en comparación con la de las economías desarrolladas. La mayoría de las principales economías emergentes de Asia tienen superávit por cuenta corriente y el superávit agregado para toda la región se sitúa en el 2%.

Prashant Singh, gestor senior de carteras de deuda de mercados emergentes en Neuberger Berman, y Puay Yeong Goh, economista senior de deuda emergente en la entidad, creen que esta combinación de crecimiento impresionante, conservadurismo fiscal y dos décadas de estabilidad macroeconómica con valoraciones relativamente atractivas hace de la deuda asiática una oportunidad de inversión particularmente interesante.

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A pesar de este perfil conservador de la deuda, los mercados de capitales asiáticos han crecido constantemente en profundidad y amplitud, hasta el punto que Asia (excluyendo Japón) es ahora el tercer mercado regional de bonos más grande del mundo (gráfico 2). China es el segundo mercado de bonos más grande después de Estados Unidos. El crecimiento y el desarrollo de los mercados de bonos de la región probablemente se verán favorecidos por la apertura de los bonos onshore de China a los inversores extranjeros.

“Ese mercado es 10 veces más grande que los mercados offshore de China; incluye más emisores corporativos de una diversidad más amplia de sectores y, por tanto, ofrece una mayor exposición a la dinámica de la China nacional con correlaciones mucho más bajas con los mercados internacionales; y ofrece mayores rendimientos ajustados por la calidad crediticia y menor duración”, explican.

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De acuerdo con Singh y Goh, si bien esto no responde a la idea de nicho de mercado, los bonos asiáticos todavía están infrarrepresentados en los principales índices de referencia. “La situación está cambiando rápidamente, especialmente con la reciente inclusión de bonos onshore de China en índices globales ampliamente utilizados. No obstante, Asia todavía representa solo el 7,8% del índice Bloomberg Barclays Global Aggregate y el 2,3% del índice Citigroup World Government Bond. Estos mercados presentan literalmente a los inversores miles de emisores corporativos en más de una docena de países en diferentes etapas de desarrollo. Es por eso que creemos que una presencia local experimentada es tan importante”.

En su opinión, la infrarrepresentación en los principales índices de referencia y la falta general de experiencia analítica local es una de las razones por las cual los mercados de bonos asiáticos, tanto en moneda local como en moneda fuerte, operan generalmente con rendimientos atractivos en relación con sus calificaciones crediticias, como se muestra en el gráfico 3.

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Estos rendimientos registran 12 meses de sólido rendimiento para la clase de activos, pero –según Singh y Goh- aún ofrecen un punto de entrada atractivo ante lo que creen que podría ser un entorno prometedor para la región. Es probable que cierta relajación en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China sea una noticia positiva para las monedas asiáticas.

“Creemos que el crecimiento económico está tocando fondo en la región, lo que podría respaldar la demanda de activos más orientados hacia un rendimiento económico superior a más largo plazo, como los bonos en moneda local. En general, esperamos que Asia sea la fuerza impulsora de la economía global durante los próximos años, lo que es un buen augurio para la actividad comercial, la rentabilidad corporativa y el mayor desarrollo e integración de los mercados de capitales en la región”.

A su juicio, mercados como Indonesia destacan. “Aquí, un historial de mayor estabilidad macroeconómica y disciplina fiscal, junto con las reformas estructurales en curso, está comenzando a reflejarse en la mejora de los datos económicos. Un fuerte nivel de reservas y ratios de deuda conservadoras proporcionarían cierta resiliencia en caso de aumento de los tipos de interés en todo el mundo. India, China y Malasia también estarían entre nuestros mercados favoritos”.

En resumen, los expertos de Neuberger Berman consideran que la situación de Asia en términos de fundamentales es muy fuerte a medio y largo plazo, aunque también aprecian que las valoraciones actuales, que prevalecen principalmente debido a las incertidumbres recientes sobre el comercio mundial y la desaceleración económica global, suponen un atractivo punto de entrada a esta historia. “Existe una oportunidad tanto en tipos de cambio en moneda fuerte como en moneda local y que, al igual que las monedas de mercados emergentes en general, la mayoría de las monedas asiáticas cotizan a valoraciones atractivas después de no gozar el favor de los inversores durante gran parte de los últimos seis años”, concluyen.