¿Quiere batir al mercado? Pregunte al gestor por el ambiente en su trabajo

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Priscilla Du Preez on Unsplash

¿Un buen indicador de rentabilidades futuras? No pregunte por los retornos pasados, sino por el ambiente laboral. Según un reciente estudio de la consultora McKinsey, el esfuerzo y los recursos que invierte una entidad en la cultura del trabajo es igual de relevante que su estrategia para generar dinero. En base a su índice Organizational Health Index (OHI), las organizaciones con un énfasis en la salud de sus trabajados devuelve un retorno total tres veces mayores para sus accionistas.

Son las conclusiones tras un estudio de inversores institucionales (fondos de pensiones, fondos soberanos, endowments, etc.), 5.000 empleados de 23 instituciones que juntos gestionan casi 4 billones de dólares en activos. Y su conclusión es clara: a mejor ambiente laboral, mejores retornos. Es difícil establecer una correlación científica entre estas cualidades blandas y la rentabilidad de la inversión, pero hay una fuerte base para ver relación entre ambas. “El grado en que los empleados creen en la misión organizativa de su empresa y la calidad de sus prácticas de gestión del talento eran determinantes estadísticos del rendimiento de la inversión aún más fuertes que los incentivos financieros”, afirman.

Para la consultora, los resultados de la encuesta muestran que lo más importante para lograr retornos netos de inversión es crear el entorno de talento adecuado, en el que los empleados se sientan conectados con la misión de la organización, apoyados por el liderazgo, guiados en el desarrollo profesional y con autonomía. “Por supuesto, contratar personas excepcionales es una gran parte del éxito, pero ayudarlas a desarrollarse y prosperar también es vital”, insisten.

En su análisis encontraron una correlación positiva estadísticamente significativa entre las puntuaciones de salud organizacional y los retornos de inversión neta promedio de cinco años. La encuesta del OHI y los datos de evaluación comparativa explican casi el 60% de las variaciones en el desempeño de las inversiones entre inversores institucionales. McKinsey es consciente de que el conjunto de datos utilizado es relativamente pequeño y si tuvieran que medir toda la industria, la relación podría no ser tan definitiva. “Pero si asumimos que los datos son direccionalmente correctos, incluso, digamos, hasta el punto de 10 o 20 puntos básicos, ese nivel de impacto marcaría una diferencia significativa en las carteras por valor de decenas de miles de millones de dólares o más”, apuntan.

¿Y qué influye exactamente? Hay ingredientes, como ellos lo definen, que parecen ser más determinantes que otros.

Los fondos con altos retornos tendían a configurar y alinear de manera más eficaz a la organización y sus empleados en torno a su misión organizativa. “Poner énfasis en la naturaleza impulsada por la misión de, digamos, una pensión que administra el sustento futuro de los servidores públicos jubilados, o un fondo soberano que protege la riqueza de su nación, puede traducirse en mayores retornos”, defienden.

Las estrategias con mejor rendimiento también demostraron capacidades de gestión del talento particularmente sólidas. “No es ningún secreto que el talento importa a la hora de invertir”, recuerdan. En las 23 instituciones, encontraron correlaciones positivas estadísticamente significativas entre el rendimiento de la inversión y la adquisición de talento, el desarrollo del talento y el uso de la experiencia subcontratada. “Curiosamente, el desarrollo del talento demostró ser un factor más importante para la salud organizacional que los incentivos financieros”, comentan. Un enfoque en la gestión del talento puede ser al menos tan importante como la compensación, si no más. Es una conclusión poco sorprendente: el talento es clave para un sólido rendimiento de las inversiones.

Un conjunto adicional de prácticas de gestión común a los mejores es el liderazgo consultivo y de apoyo, es decir, la adopción por parte de los ejecutivos de estilos de confianza, participación y colaboración. Las instituciones donde los empleados vieron el liderazgo bajo esta luz mostraron una correlación positiva estadísticamente significativa con los retornos de la inversión. Los empleados de estos fondos que vieron el liderazgo fomentando una cultura creativa y emprendedora sintieron que tenían la autonomía para experimentar con nuevas formas de mejorar el desempeño de las inversiones y tenían tiempo fuera del día a día para enfocarse en el pensamiento innovador.