¿Quién está vendiendo realmente deuda italiana?

Italia, bandera, estatua
Mauricio Artieda on Unsplash

No solo los inversores están pendientes del mercado. “Cada mañana, antes de llamar a mis hijos, reviso el spread de la deuda”, aseguró el Primer Ministro de Italia, Matteo Salvini, en el marco del Foro European House Ambrosetti celebrado este fin de semana. Desde las elecciones generales de marzo la rentabilidad de los bonos italianos ha escalado con fuerza ante el temor a un gobierno de coalición populista. Pero lo que es más preocupante: el spread se ha expandido a niveles propios de la crisis de deuda de 2012.

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La deuda italiana tradicionalmente ha sido un indicador del miedo para los países periféricos en Europa y un termómetro de la economía. ¿Qué señal intenta mandar el mercado? 

Según explica Pilar Arroyo, investment specialist de M&G, podrían influir tres factores. Por un lado, que Italia tiene el segundo mayor ratio de deuda por PIB de Europa, del 132%, solo por detrás de Grecia. Por otro, que aún no hay acuerdo para presentar los presupuestos y la fecha límite es el 15 de octubre. Y finalmente, que Italia acumula años de débil crecimiento, especialmente duro de comparar con la recuperación de sus vecinos. 

En cuanto a si puede haber contagio, de momento la experta no ve señales de pánico en el euro. Tampoco parece haber correlación en los índices de renta fija europea. 

Entonces, ¿quién está vendiendo realmente? Desde DWS ofrecen una respuesta en el siguiente gráfico:

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La deuda pública italiana financiada con bonos aumentó desde 1,18 billones a 1,9 billones de euros. De este incremento, los bancos centrales adquirieron 314 mil millones, mientras que las instituciones financieras domésticas se hicieron con 417 mil millones. Los inversores extranjeros sumaron otros 373 mil millones. Otros inversores italianos, entre los que se incluyen particulares y empresas, redujeron sus tenencias en 289 mil millones.

“Parece que los propios ahorradores italianos, y no los inversores extranjeros, son quienes no confían en su propio Estado. Probablemente tengan buenas razones para ello, y que éstas no estén ligadas únicamente a la política. La diversificación del riesgo viene a la mente”, comentan desde la gestora alemana.