Casi 20 años después de que CaixaBank invirtiera en Banco BPI, “con una visión estratégica a largo plazo y con una voluntad de apoyo a BPI con el objetivo de ser un banco de referencia en Portugal”, la entidad acaba de anunciar su intención de realizar una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) voluntaria y en metálico sobre todas las acciones que no controla en Banco BPI, entidad portuguesa donde CaixaBank ya es el primer accionista con el 44,1% del capital.
Una OPA condicionada a que el nivel de aceptaciones permita a CaixaBank superar el 50% del capital y a que se elimine de los estatutos de la entidad la limitación del 20% de los derechos de voto.
Varios son los motivos que justifican esta “transacción con lógica estratégica”, apunta el grupo español. Entre ellos, la alineación de los derechos políticos en el banco portugués con los económicos y, por otro lado, las importantes sinergias para acelerar la recuperación de la eficiencia de BPI y de su rentabilidad en Portugal, las cuales esperan que puedan ascender a los 130 millones de euros por año para 2017.
Entre el gran potencial de generación de sinergias existentes, CaixaBank busca mejorar la posición de capital y de liquidez dentro de un grupo más amplio, implementar iniciativas para reducir costes y mejorar los niveles de eficiencia, así como una mejora de los negocios basada en su modelo y sus mejores prácticas.
En este último punto, se refieren al negocio de tarjetas, el pago electrónico y la financiación al consumo; a mejorar las funcionalidades relacionadas con los canales on-line y la banca móvil; y a adaptar las herramientas para impulsar los ingresos y la venta cruzada a la red minorista, con especial enfoque en el negocio de bancaseguros, donde se va a mantener la sociedad conjunta con Allianz Portugal para seguros de vida riesgo, generales y de crédito.
Asimismo, contemplan la posibilidad de explorar oportunidades de escala para el negocio de gestión de activos. Este área, junto a banca de inversión y banca cooperativa, puede ser objeto de una cooperación transfronteriza para segmentos y áreas específicos, comenta la entidad.
¿Quién es BPI?
Según la información proporcionada por CaixaBank, BPI es el cuarto mayor banco privado de Portugal por activos y créditos, el tercero en volumen de depósitos y cuenta con unos activos que ascienden a los 42.600 millones de euros. Además, se trata de un banco con una posición relevante en Angola, donde tiene una participación del 50,1% en el Banco de Fomento Angola, cuarto banco por activos y tercero por depósitos del país. Fuera de Portugal, también goza de una participación del 30% en el Banco Investimentos Moçambique.
Según los últimos datos, en Portugal suma 1,7 millones de clientes, una cifra que asciende a los 3 millones si se incluye a los clientes angoleños. En total, tiene casi 8.500 empleados (un 70% de ellos en el país vecino) y 649 oficinas (13 de ellas internacionales).
Su volumen de recursos de clientes asciende a los 35.400 millones de euros y en torno a 11.295 millones se concentran entre fondos de inversión mobiliarios e inmobiliarios, fondos de pensiones y gestión de patrimonios, según datos de la Asociación Portuguesa de Fondos de Inversión, Pensiones y Patrimonios (APFIPP) a diciembre de 2014. El máximo competidor español de CaixaBank en terreno luso, Santander AM, acumula 8.144 millones de euros en estos vehículos.
¿Cuántos activos bajo gestión tiene?
BPI Gestão de Activos es la segunda gestora con mayor patrimonio en fondos de inversión mobiliarios (1.908 millones y una cuota del 16,56%), por detrás de Caixagest (3.663 millones) y por delante de Santander AM (1.669 millones). Caixagest y F&C Portugal superan a la gestora de BPI en al área de gestión de patrimonios, donde atesora 6.960 millones y una cuota del 12,85%, frente a los 21.894 y 14.034 millones de la primera y segunda gestora, respectivamente. Por último, en fondos inmobiliarios suma 177 millones, situándose en la decimoséptima plaza del ranking y con una cuota del 1,56%.
En pensiones, BPI Vida e Pensões es la tercera gestora nacional, con 2.249 millones y una cuota del 13,45%, por debajo de PensõesGere y CGD Pensões, con 4.943 y 3.171 millones respectivamente.
Por otro lado, a través de la gestora en Luxemburgo, BPI Global Investment Fund Management Company, la entidad acumula un patrimonio de 350 millones de euros, datos a julio de 2014.
Paulo Freire de Oliveira es el consejero delegado y director de Inversiones de la gestora, compuesta por un equipo de 54 profesionales que se dividen en grupos con expertise específicos. La oferta de producto portuguesa está compuesta por 10 fondos de renta variable, dos fondos de fondos, un fondo de inversión alternativa, dos inmobiliarios, tres de renta fija, uno de renta fija a corto plazo, otro monetario y dos flexibles. Las pata luxemburguesa la forman nuevo productos, la mayoría de ellos, de renta variable.
