Que vivan las madres

POST de Lua Monasterio. Por si no nos percatamos cada vez que encendemos la tele con los anuncios de perfumes, les recuerdo que el próximo domingo es el Día de la Madre. Ya saben que yo siempre rompo una lanza a favor de fechas como éstas. Ante el argumento de que son fechas artificiales y con intereses más comerciales que filiales, yo digo lo mismo que con San Valentín: ¿por qué no aprovechar la coyuntura para pasar un buen rato?

Demos una alegría-capricho a mamá. Por todas esas ocasiones en las que no le decimos mil veces lo rico que está lo que nos ha cocinado con tanto cariño, que le contestamos mal al teléfono sólo porque vamos retrasados con un informe y que la llamamos no para ver cómo está –lo que le encanta-, sino para preguntar cómo se lava esta camisa o cuánto tiempo se deben dejar las lentejas en la olla exprés. O, simplemente, porque ellas sí que son uno de los mejores inventos de este mundo. Ahí van mis cinco propuestas. Y que vivan las madres, señores.

 

1. Delicias en casa… Ideales para rematar por todo lo alto la típica comida familiar del señalado día, que cualquier madre, seguramente, llevará días maquinando. De postre, y con el café, sugiero unos cupcakes de Tribeca91. Esta ‘cupcakery-máquina de tentaciones’ ofrece unas suculentas mini-tartas en su web, que además, son el último grito en el mundo de lo dulce. Un ejemplo es el Orange-Vanilla que ven en la imagen: una base con sabor a naranja que está decorada con rodajas de naranja navel caramelizada y que –además-  está enmarcada por gotas de ‘buttercream’ de merengue suizo. Además, es posible personalizar los dulces y elegir los ingredientes a la hora de hacer el pedido.

Para después, se puede sustituir la clásica copa por un cóctel… Desde la ginebra Bulldog, una de las marcas de referencia para los amantes de los destilados, proponen un combinado que combina Prince, Madrid y sabores intensos a partes iguales: ‘Purple Rain’:

Purple Rain

50 ml de Bulldog Gin

15 ml de crema de violetas

15 ml de licor de flor de saúco, St-Germain

8 ml de zumo de lima natural

Champagne

Mezclar en una coctelera con hielo, excepto el champagne. Servir en una copa y terminar con éste último ingrediente. Adornar con una flor, comestible, y preferentemente de color morado

 

2. … o en proceso de aprendizaje. Apetit’Oh! es un pequeño local por Conde de Casal (Madrid), donde buenos especialistas dan talleres de cocina muy didácticos, divertidos y a precios muy razonables. Por ejemplo, yo asistí a uno de pizzas impartido por Anna Mayer, de Panepanna, en Sevilla, que estuvo fenomenal: por unos 30 euros, recibes una sencilla lección, cocinas con la paciente asistencia de la experta, cenas lo que preparas, te llevas una masa para repetir en casa y unos apuntes con recetas y datos útiles. En Apetit’Oh hay muchos talleres más, entre ellos monográficos: cocina internacional, con algas, monográficos… La cocina privada de Gastromaniac también es una buena opción para regalar talleres de platos japonenes.

 

3. Un poco de relax. Siempre que puedo, recomiendo Cosquillearte. Los locales, ahora hay uno nuevo en Vitoria, ofrecen distintos paquetes en los que amables terapeutas hacen cosquillitas por todo el cuerpo. Les digo, por experiencia, que se desconecta hasta en una infernal tarde con una montaña de trabajo por delante. Justo después del tratamiento, que es apto para embarazadas o si se tiene cualquier tipo de contractura, las terapeutas una bebida, que se toma tranquilamente en el local, para hacer más llevadera la vuelta al mundo real. Los que regalen a su madre uno de los momentos Cosquillearte por este día, podrán hacer que a la afortunada se le entregue en ese momento un regalo más. Una bonita sorpresa para rematar el momento de desconexión…

 

4. Rico y sano. Una cosa es que queramos regalar algo delicioso a mamá y otra es que le echemos por tierra la operación bikini… o que hagamos que sus niveles de azúcar se despisten. En ese caso, las cestas de frutas gourmet son una buenísima alternativa a los bombones –o a los cupcakes- que está cada vez más de moda. Ésta, de Mumumío, es una gran opción. También pueden optar por una preciosa cesta con piñas y bananas que Luis Pachecho, de Gold Gourmet, ha diseñado especialmente para este día. Cuesta 50 euros y las piezas son de primerísima calidad… Dicen que las primeras con etiqueta negra del mercado.

 

4. Hacer (no regalar) un centro floral. ¿Un ramo de flores por el día de la madre? ¿Y algo más elaborado, un centro floral? ¿Y regalarle por adelantado una clase en el Ritz para que ella misma aprenda a montarlos? El 4 de mayo, el hotel organiza un original taller en colaboración con el estudio de decoración con flores naturales Búcaro, capitaneado por el maestro florista Jerome Guyo. Dado que cada alumno podrá llevarse el centro floral que elabore, también es una buena opción para los que quieran regalar un centro hecho por ellos mismos. Eso sí, las afortunadas mamás se perderán el famoso ‘Afternoon tea’ del hotel que se sirve justo después del taller…. Todo por 75 euros.