¿Qué va a pasar en el mercado monetario europeo tras la nueva regulación de enero 2019?

PRINCE_Thomas
Cedida por Groupama AM

TRIBUNA de Thomas Prince, Responsable de Gestión Monetaria en Groupama AM. Comentario patrocinado por Groupama AM.

Desde hace ya algunos unos años, la gestión de la liquidez ha tenido que moverse en un entorno totalmente inédito. Las decisiones en materia de política monetaria del BCE como respuesta a las crisis de 2008 y 2011 fueron mucho más innovadoras y virulentas con respecto a lo que se había hecho hasta entonces: tipos en territorio negativo, apoyo al sistema bancario mediante inyección masiva de liquidez, compra de deuda vía QE ... en resumen, en este entorno hostil para la inversión en deuda de muy corto plazo, nuestro índice de referencia Eonia se asentó en territorios negativos cercanos a niveles del -0.35% en marzo de 2016; paralelamente, la rentabilidad ofrecida por nuestras estrategias monetarias, lógicamente, pasó a ser negativa (aunque meses más tarde) a finales de 2016. Asimismo, el exceso de liquidez jugó un importante papel en la deserción de los emisores en vencimientos más cortos, reforzando así un fenómeno de concentración histórico y ya presente en los fondos monetarios.

Este deterioro en las condiciones del mercado se vio acompañado por el endurecimiento de nuestras obligaciones regulatorias y más particularmente en los fondos monetarios. La nueva regulación monetaria europea entra en vigor en enero de 2019 con un nuevo paquete de restricciones.

Desde hace muchos años, Groupama AM ha estado en la vanguardia de la gestión en el ámbito del mercado monetario, luego la implementación de la nueva regulación monetaria no nos impacta demasiado. En la práctica, la mayoría de las novedades regulatorias ya formaban parte de nuestro enfoque prudente en gestión. Por ejemplo, ya desde hace muchos años nos apoyábamos en nuestro equipo interno de análisis para escudriñar, más allá de la gestión, todos los emisores susceptibles de ser seleccionados para nuestros fondos monetarios. Después, nuestro comité monetario dirigido por el departamento de riesgos decide las autorizaciones.

Para adaptarnos a un mercado de corto plazo abandonado por los emisores, y cuyas rentabilidades son negativas, hemos ampliado nuestra gama con productos de renta fija a muy corto plazo, que aunque sin ser puros fondos monetarios, sí son computables como equivalentes a la liquidez o cash equivalent (según la normativa IFRS7). Siempre respetando las estrictas especificaciones sobre la calidad y la liquidez de los títulos en cartera, podemos ir un poco más allá frente a la gestión en nuestros fondos monetarios, en particular explotando bonos cuyos vencimientos se encuentran en el rango de 2 a 3 años. Las expectativas de rentabilidad y la diversificación de la cartera han mejorado mucho. A finales de 2017, nuestro fondo dentro de este ámbito que podríamos denominar de ultra corto plazo, el Groupama Cash Equivalent, ya había recaudado 2.200 millones de euros y tenía una rentabilidad en 2017 de 0,01%, superando al Eonia en 0,36 puntos.

A medida que los mercados anticipan una normalización de la política monetaria del BCE antes de finales de año, los fondos monetarios y las carteras de bonos a muy corto plazo tienen un as en la manga: ofrecen interesantes soluciones porque no son muy sensibles al riesgo de subida de tipos y están relativamente menos expuestos al riesgo de crédito. Nuestra estrategia actual es preparar nuestros fondos para abordar este periodo de cambio con la mayor tranquilidad posible a fin de cumplir mejor con su promesa de liquidez y seguridad.