¿Qué podemos esperar este año en términos de volatilidad? Amundi responde

Hermitte
Foto cedida

A pesar de la intranquilidad que genera en el inversor los riesgos que suponen el abismo fiscal en Estados Unidos, la crisis de deuda europea y la ralentización de la economía china, la volatilidad del mercado está en niveles mínimos. ¿Qué podemos esperar de cara a 2013? El escenario central con el que trabaja Eric Hermitte, codirector de la estrategia de Volatilidad y Bonos Convertibles de Amundi, apunta a que la volatilidad se mantendrá este año moderadamente volátil, típicamente como ocurrió en 2010 y 2011.

En una presentación celebrada en Madrid, Hermitte reconoce que el equipo del Amundi Funds Absolute Volatility Euro y World Equities trabaja con la hipótesis de que la volatilidad implícita a un año cotice entre el 17% y el 25%, con posibles picos locales por encima del 25% que se verían empujados por temores de recesión, negociación del techo de deuda en Estados Unidos, medidas de austeridad y su impacto social en Europa o su impacto económico en Estados Unidos.

Según explica, la volatilidad implícita está influenciada por los movimientos reales diario de su índice subyacente. “Los inversores creen que 2012 ha sido un año muy volátil. La realidad, sin embargo, es otra. El año pasado solo ha habido siete sesiones en las que los moviemientos del S&P 500 hayan excedido el 2% tanto de subida como de bajada, frente a los 36 días de 2011, los 23 de 2010, los 64 de 2009 y los 77 de 2008. En este sentido, la volatilidad realizada anual en 2012 ha sido la menor de los últimos cinco años para el principal índice bursátil del mundo”, asegura.

“La volatilidad implícita a un año ha vuelto a niveles de 2007”. Esto ha sido una tendencia clara que se ha apreciado en los principales índices del planeta. Hermitte pone, a modo de ejemplo, el hecho de que la volatilidad del S&P 500 se encuentre actualmente en su nivel más bajo desde julio de 2007, el que la del EuroStoxx 50 se mantenga en estos momentos en mínimos de octubre de 2007 o que el Nikkei alcanzase en noviembre su nivel más bajo desde julio de 2007.

A su entender, la prima de volatilidad del EuroStoxx 50 sobre el Nikkei se ha normalizado desde mediados de 2012. “Hemos reducido gradualmente nuestra sobreponderación al Nikkei e infraponderación al EuroStoxx 50, pero mantenemos un leve sesgo pues la volatilidad del mercado japonés tiende a comportarse de forma diferente y está menos correlacionada con el apetito por el riesgo”, asegura el experto de la entidad.

Estrategia del fondo

El equipo del Amundi Funds Absolute Volatility Euro  Equities y el Amundi Funds Absolute Volatility World Equities apuesta por un enfoque activo para beneficiarse de la reversión a la media. “Las soluciones ‘long only volatility’ pueden proporcionar protección, pero con un coste significativo. Se puede generar rentabilidad absoluta comprando y vendiendo activamente volatilidad basándose en su comportamiento de reversión a la media”, indica el experto. El proceso para crear valor pasa por explotar tres motores de rendimiento.

El primero sería aplicar una estrategia direccional, comprando y vendiendo volatilidad cuando está barata o cara para beneficiarse de su reversión a la media. El segundo motor sería el de explotar la volatilidad de la volatilidad, operando sobre las fluctuaciones a corto plazo en la volatilidad para cristalizar la rentabilidad. En el fondo global (Amundi Funds Absolute Volatility World Equities), hay un tercer motor: hacer una asignación geográfica entre Estados Unidos, Europa y Asia, según donde se encuentren las oportunidades.

El resultado es un producto que muestra una baja  correlación con la renta variable, fija, las materias primas y los índices de hedge funds que, según explica, es un fondo muy apropiado para complementar una cartera bien diversificada. Desde su lanzamiento, el fondo Amundi Funds Absolute Volatility Euro Equities acumula una rentabilidad del 56,45%, mientras que el Amundi Funds Absolute Volatility World Equities alcanza un 42,1%, siendo los años en los que ha habido una mayor volatilidad los periodos en los que se han producido unos mejores resultados.