UCITS IV La remisión de la propuesta de Directiva UCITS IV por el Parlamento Europeo al Consejo Europeo para su aprobación pone sobre la mesa el nacimiento de un entorno aún más competitivo al regular, a pesar de las reticencias de algunos Estados, el pasaporte de las sociedades gestoras en aras a un todavía distante mercado unificado a nivel europeo.
Dicho pasaporte dará lugar a que una sociedad gestora domiciliada en un Estado miembro pueda gestionar fondos domiciliados en otros Estados miembros, lo que a su vez conlleva, a modo de ejemplo una dicotomía de regímenes regulatorios, ya que la gestora y el fondo se regirán por la regulación de sus respectivos estados Miembros de origen , y una necesidad de protección del inversor en el fondo para poder dirigirse contra la gestora constituída en otro estado miembro. Asimismo da lugar a la obligatoria celebración de ciertos acuerdos con el depositario del fondo correspondiente y a que no sea necesaria la existencia de una gestora local al producirse la deslocalización por el pasaporte.
Por otro lado, la Directiva busca dotar a las gestoras de medios para optimizar el tamaño de los fondos y lograr economías de escala, para lo que apuesta por las fusiones de fondos (ya sean nacionales o transfronterizas) y las estructuras de fondos master-feeder, buscando la armonización de procedimientos de autorizacion en ambos casos.
Por ultimo, otro pilar de la UCITS IV lo constituye la simplificación de las normas de notificación para la comercialización transfronteriza de UCITs, que tantos quebraderos de cabeza han dado en nuestro país en el pasado, y que pasa a basarse en una comunicación entre autoridades supervisoras.
En suma, con la esperada aprobación de la Directiva UCITS IV se abrirá en ciertos aspectos un nuevo marco competitivo, con ciertas lagunas que deberán ser solventadas por la regulación a nivel nacional y que por el momento dan lugar a no pocas incógnitas, para (esperemos) dar lugar a la necesaria armonización del mercado.