¿Qué planes tiene China en agenda para los próximos meses? Todos los factores a los que deben prestar atención los inversores

17188897441_0bb3545655
davidgsteadman, Flickr, Creative Commons

La agenda del ya acabado mes de octubre ha estado abarrotada de eventos macro y políticos para China. Vayamos del más reciente a más antiguo: en primer lugar, es obligado recordar que el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) celebró la semana pasada su V Sesión Plenaria, con el objetivo de diseñar los engranajes que compondrán el XIII Plan Quinquenal, que se desarrollará de 2016 a 2020. 

En la antesala a esta reunión, el Banco Popular de China (BPCh) optó el 23 de octubre por recortar en 25 puntos básicos los tipos de interés, hasta el 4,35%. Es la sexta vez que modifica a la baja el precio oficial del dinero. Además, recortó en 50 puntos básicos el coeficiente de reservas mínimas a los bancos chinos, hasta el 17,5%, el cuarto recorte que se produce en 2015; con este movimiento se prevé que se liberen entre 600.000 y 700.000 millones de yuanes. Previamente, el 21 de octubre se había publicado el dato del crecimiento correspondiente al tercer trimestre, que reveló un PIB del 6,9% entre entre julio y septiembre, el menor ritmo desde el año 2009. 

Raymond Ma, gestor del FF China Consumer Fund para Fidelity Worldwide investment, afirma que la decisión del BPCh concuerda con las expectativas de su firma “a la vista de la debilidad del crecimiento y el aumento de los riesgos deflacionistas en China”. “Esto sugiere que el banco central chino mantiene su postura expansiva y está decidido a usar la relajación monetaria para estimular la economía real”, añade. Ma también destaca la eliminación del techo del tipo de los depósitos como un gran avance hacia la liberalización total de los tipos de interés. “Globalmente, estas medidas son positivas para el sentimiento del mercado y deberían animar la inversión, el consumo y el mercado inmobiliario a medio plazo", concluye.

Conclusiones sobre la V Sesión Plenaria

La sesión plenaria celebrada entre el 26 y el 29 de octubre era la quinta de siete rondas de sesiones, con el objetivo de redactar el borrador del Plan Quinquenal, que se aprobará en marzo del año que viene. "Lo primero que se espera son las declaraciones en torno al crecimiento del PIB. Todo el mundo sabe que el crecimiento de China se está frenando, pero la clave es la calidad del crecimiento, no la cantidad. Las cotizaciones de las empresas descuentan en su mayor parte los obstáculos macro que hemos visto" indica Catherine Yeung, directora de inversiones de Fidelity.

Desde la gestora indican, basándose en las señales emitidas desde Pekín, que el nuevo Plan Quinquenal seguirá trabajando en el cambio de modelo económico chino y también incluirá objetivos de crecimiento del PIB. Además, se espera que se produzca un importante relevo generacional entre figuras clave dentro del Comité Central del PCCh y la continuación de las reformas estructurales. Entre las que están en agenda, Fidelity destaca la reforma de las empresas estatales, el fomento de la protección al medio ambiente, la reestructuración de la industria y la modernización del sector manufacturero. 

De momento el único paso tangible ha sido la decisión de retirar la política de natalidad del hijo único, en vigor desde 1976. “El final de la política del hijo único es un anuncio con gran significado político pero poco efecto inmediato”, advierte el economista de Schroders Craig Botham. En su opinión, el daño que ha causado esta política ya se refleja sobre el perfil demográfico de China, pues la ONU prevé una caída anual del 3% de la tasa de población activa entre 2015 y 2030. “Sin embargo, nuestro análisis sugiere que esta caída tendrá un impacto muy pequeño sobre el crecimiento, entre el 0,1% y el 0,3% por año sobre el crecimiento en ese periodo”, matiza Bothan. Éste afirma que “el mayor coste para China es de tipo fiscal, al empeorar su tasa de dependencia hasta niveles propios de países desarrollados incluso aunque las rentas sigan siendo las propias de mercados emergentes. Esto dará como resultado una dolorosa carga fiscal para China, y no está claro cómo va a ser abordada”. 

Además, indica que uno de los obstáculos a este esfuerzo por impulsar la natalidad es precisamente el elevado coste de criar a un hijo en China: “El coste necesita ser reducido. Esto requerirá la provisión de educación y cuidados infantiles de alta calidad y asequibles – preferiblemente gratis- y también es probable una revisión de todo el sistema de bienestar”. Se refiere por ejemplo a una de las reformas que está en marcha, la del “hukou” o censo, para extender a los habitantes de ciudades procedentes del éxodo rural los mismos derechos (incluyendo el acceso a servicios básicos) que el resto de la población urbana. “Hasta que no se solucionen estos problemas, no vemos que se vaya a producir un boom demográfico como resultado de este cambio de política”, sentencia Botham. 

Atentos al FMI

Otro asunto clave al que deben prestar máxima atención los inversores de aquí al final de año es la reforma para la liberalización financiera, y más concretamente para la flexibilización del renmimbi. Tras la polémica depreciación del verano, los expertos esperan nuevas medidas con el objetivo de que se incluya la moneda china en la cesta de divisas con derechos especiales de cambio del FMI. 

“A pesar de la cada vez más intervencionista política del Gobierno de Pekín, China espera que al remimbi se le permita pronto unirse al cerrado club de reservas de divisas globales. China quiere expandir el uso de su moneda fuera de sus fronteras al ser incluida en la cesta de derechos especiales de giro, que es la unidad de cuenta del FMI y está compuesta actualmente por cuatro divisas: el dólar, el euro, la libra y el yen”, explican los expertos de BLI. Estos recuerdan que la devaluación del verano fue aprobada debido a que “el FMI, que tomará su decisión en noviembre, requiere que la divisa china responda más a las fluctuaciones del mercado”. 

“A la luz de la ralentización de la economía china y la pérdida de credibilidad del gobierno, expandir la banda de cotización (del -2% al 2%) ha puesto al renmimbi bajo presión, obligando a las autoridades a escavar en sus reservas de divisas para estabilizar la moneda”, aseveran desde la firma luxemburguesa. Su conclusión es que “aunque el renmimbi fue rápidamente estabilizado gracias a las grandes reservas de divisas, la ilusión de una trayectoria siempre hacia arriba del crecimiento chino se ha hecho añicos de una vez por todas”.