¿Qué opinan los gestores de Fidelity sobre la bajada del rating de la deuda de España?

El tipo de deuda española se situaba en el 6%, costes de financiación casi insostenible. S&P añadió además que considera  que los bancos españoles siguen estando lastrados por la morosidad de sus hipotecas y préstamos a constructoras tras el estallido de la crisis crediticia, sumado a una tasa de para que supera ya el 24%. 

Firmino Morgado, gestor de renta variable de España y Portugal en Fidelity, apunta que  "la rebaja de la calificación no ha sido una sorpresa. El mercado español ha perdido un 18% este año, frente a las ganancias del 14% de la Bolsa alemana. Ahora el mercado español está indudablemente barato, con un PER de 8,7 veces los beneficios previstos a doce meses frente a una media de 13,5 desde 1993. Obviamente, no se puede saber cuándo mejorarán las valoraciones, pero al final la cotización de las empresas terminará reflejando el valor fundamental de esos negocios. Por este motivo, después de haber mantenido durante mucho tiempo un posicionamiento defensivo, soy cada vez más optimista sobre las perspectivas. En lo que se refiere a acciones concretas, estoy encontrando cada vez más empresas cuyas cotizaciones todavía no descuentan las perspectivas de recuperación". 

Por su lado, Tristan Cooper, analista de renta fija pública, añade que "la situación de España nos preocupa desde hace algún tiempo, por lo que estamos de acuerdo con los argumentos que sustentan la decisión de S&P de rebajar la calificación crediticia del país. Sin embargo, lo que más nos preocupa no es tanto el nivel de deuda pública, ya que sigue estando por debajo de la media de la zona euro y de los niveles que se observan en otros estados con mayor calificación. Es más bien el explosivo cóctel de paro desorbitado y amplísimo déficit presupuestario en un contexto de profunda recesión. Esto da al gobierno poco margen de maniobra para consolidar las cuentas públicas y le coloca en una situación de prolongada vulnerabilidad frente a los riesgos de liquidez.

Los supuestos de crecimiento revisados de S&P nos siguen pareciendo optimistas. Obviamente, otro gran foco de atención son las posibles pérdidas a las que se enfrenta el sector bancario. Hasta ahora, España ha avanzado en la dirección contraria a Irlanda en este asunto. Irlanda asumió todas las pérdidas desde el principio en sus cuentas públicas dentro de una intervención masiva para recapitalizar el sistema. España optó por un enfoque más contenido y pidió a los bancos que limpiaran el desaguisado antes de que el gobierno inyectara liquidez. Podríamos haber alcanzado el final de este camino, ya que la capacidad de absorción de los bancos está llegando a su límite. Se está acercando rápidamente el momento de decidir sobre la ayuda a los bancos y esto podría conllevar una petición de asistencia a la UE“.    

Fidelity Worldwide Investments patrocina Funds Americas.