¿Qué opinan los expertos sobre la renta variable global?

Kamil Molendys, Unsplash

Martin Wolburg, economista senior de Generali Investments, cree que los mercados están impulsados por una combinación de temores a una recesión y la preocupación de que la escalada de la crisis de la deuda soberana, que podría terminar en una ruptura de la Unión Monetaria Europea. “A pesar que los riesgos de recesión se han incrementado, no creemos que nos estemos dirigiendo hacia una nueva recesión. Sin embargo, durante los próximos meses los principales indicadores macro no podrán hacer mella en los temores de recesión”, comenta. “Del mismo modo, aunque podamos tener algunos puntos de luz en cuanto la crisis de la zona euro, la incertidumbre política sobre cómo abordar la cuestión continuará”, explica. Por lo tanto, cree que la interacción de estos factores implica más castigos para los activos de riesgo: así, anticipa, de aquí a finales de año, que los mercados de acciones a ambos lados del Atlántico sigan perdiendo un poco más de terreno.

Según Bill McQuaker, responsable adjunto de renta variable de Henderson Global Investors, los mercados de renta variable están a travesando una coyuntura crítica. Los políticos están desempeñando un rol mayor en dar forma a la dirección de la economía de lo que hacían un tiempo atrás y la parálisis entre los legisladores para acordar soluciones a las diversas crisis de deuda ha minado la confianza de los inversores. Esto es una pena, porque los fundamentales corporativos son relativamente fuertes, con balances considerablemente más solidos y con beneficios que han mejorado desde hace algunos años. Las empresas no pueden operar completamente independientes de la atmósfera política, sin embargo, y mientras las cotizaciones bursátiles desde nuestro punto de vista parezcan atractivas para los inversores con un horizonte a medio y largo plazo de inversión, esperaríamos alguna forma de catalizador que proporcione un re-rating positivo. El peligro es que un error político podría fácilmente hacer caer los mercados, particularmente si esto afianza un sentimiento negativo, así que dada la escasa visibilidad, una postura neutral en renta variable parece apropiada.

Manuel Arroyo, director de estrategia de JP Morgan AM para España y Portugal, explica que la gestora mantiene una posición sobreponderada en mercados de renta variable. “Las caídas de julio y agosto han aumentado la prima de riesgo de prácticamente todos los mercados. Nuestros mercados favoritos continúan siendo Estados Unidos (donde la rentabilidad por dividendo supera a la de los bonos High Yield) y los mercados emergentes, y en menor medida Japón y Europa (ex-UK)”, afirma.

Para Dave Fishwick, responsable de inversión macroeconómica y de renta variable en M&G Investments, aunque existen elementos fundamentales que explican las últimas caídas en los mercados sobre todo en Europa, la extensión de los movimientos sugiere que el pánico de los inversores es la influencia dominante en el presente. Y es que cree que tanto los fundamentales de las compañías como las valoraciones apoyan la inversión en renta variable, aunque existen amenazas en forma de errores de los bancos centrales y el impacto del colapso de la confianza –si bien no hay evidencias de estos dos factores en el presente que justifican las valoraciones-. “Hay retos en el presente, pero no son nuevos. Lo que ha cambiado es la confianza del inversor”, afirma.

Según el equipo de multiactivos de la gestora, los episodios de volatilidad dominados por las emociones ofrecen las mejores oportunidades de generar retornos de largo plazo. “Desde una perspectiva de renta variable es importante recordarnos a nosotros mismos los hechos sobre beneficios corporativos, que siguen creciendo”, comenta Fishwick. El equipo considera que ni los problemas en Europa, ni el modesto crecimiento en el empleo en EEUU ni la bajada de rating a EEUU significan que habrá recesión y apuesta por un escenario inflacionista.

Los expertos de Pioneer Investments son neutrales con la renta variable global en la medida en que lo datos son mixtos. Así, aunque la fortaleza económica favorece las clases de activos más cíclicas como las acciones –pues el crecimiento de beneficios podría neutralizar los factores de riesgo-, consideran que la crisis de la eurozona y la austeridad fiscal en EEUU podrían tener negativas consecuencias en dicho crecimiento. Por ello, creen que deberían abstenerse de añadir más exposición a sus carteras. Dentro del activo, sobreponderan la renta variable estadounidense –pues la Fed podría responder a la política fiscal dejando una política monetaria acomodaticia que deja las rentabilidades por dividendo muy atractivas frente a los bonos públicos-, así como los mercados emergentes –que tendrán un gran crecimiento interno y lograrán controlar la inflación-, mientras son neutrales con la zona del Pacífico sin Japón –en mercados demasiado ligados a una China esforzada en controlar la inflación. Sin embargo, infraponderan Europa –donde los beneficios corporativos serán volátiles en empreas expuestas a los emergentes que luchan contra la inflación y los bancos no han superado las preocupaciones sobre su salud financiera en un ambiente de crisis de deuda soberana- y Japón –entre otras cosas, por la fortaleza de su divisa y sus implicaciones en las exportadoras-.

Gregor Hirt, responsable de multi-activos para Europa Continental de Schroders, mantiene la cautela sobre la renta variable en el actual contexto. “Tuvimos suerte de reducir activos de riesgo y acciones antes de la corrección de agosto, así que podemos aprovechar la volatilidad del mercado para reconstruir atractivas posiciones”, comenta. Las preferencias regionales de la gestora son EEUU frente a la euzona, aunque han aumentado posiciones en el Dax alemán, que creen está sobrevendido debido a la prohibición de las posiciones cortas en otros países de la eurozona. Con respecto a los emergentes, aún tienen posiciones, aunque han reducido ligeramente su peso debido a la decepcionante rentabilidad a pesar de la baja inflación. Por tamaño, favorecen los grandes valores frente a los de pequeña capitalización, que están bajo presión por las “estrictas condiciones bancarias”.

Para el experto, hay tres catalizadores del mercado: la primera, la crisis de la eurozona, la más difícil de preveer, pues depende de decisiones políticas. “La falta de intervención podría derivar en un círculo vicioso como el de 2008”, explica, mientras por otro lado, una solución (como un mercado de eurobonos, garantías indirectas de países “core” europeos…) podría ayudar a reducir la incertidumbre, a menos a corto plazo, lo que apoyaría la renta variable. “Desafortunadamente, es un escenario tan binario que los inversores prefieren jugar de cautela”, dice el experto. El segundo catalizador es la economía europea, en la que no espera una doble recesión. “Los indicadores económicos se han debilitado pero la intervención de la Fed apoyará la economía”, una razón por la que favorece las acciones de EEUU, en la medida en que esperan más sorpresas positivas que negativas para el último trimestre del año. En tercer lugar, los emergentes y China serán catalizadores, pero, aunque creen que apoyarán el crecimiento, son más cautos al respecto. “Los datos recientes han sido decepcionantes pues, a pesar de que la inflación se ha moderado, las acciones no lo han reflejado”.

Abbas Owainati, del equipo de Asset Allocation de Skandia Investment Group, explica que en la gestora han elevado su exposición a renta variable desde neutral hasta sobreponderar, habiendo estado en posición neutral desde junio. Entre las razones de la decisión, menciona las fuertes caías en los mercados, que han situado el activo muy barato frente a la liquidez y los bonos, algo que creen que favorecerá moviientos hacia las acciones. Otro de los motivos es la fortaleza de las compañías en un entorno de suave crecimiento, algo que continuará. A ello añade la baja posibilidad de una recesión y la continuidad de los bajos tipos de interés. “Somos conscientes de que los riesgos de nuestras previsiones son mayores de lo normal. En renta variable, continuamos preferiendo los emergentes sobre los desarrollados, pues mientras estos últimos están luchando para generar suficiente crecimiento para reducir sus déficit y ratios de desempleo, la mayoría de las economías en desarrollo están creciendo en línea con los objetivos del gobierno y a un ritmo más rápido”, comenta el experto.

Standard Life sobrepondera la bolsa estadounidense porque cree que los controles de gastos y la demanda exportadora está apoyando el crecimiento de los beneficios corporativos, aunque la deuda y el mercado inmobiliario aún limitan la subida de muchos valores. La gestora es neutral con el activo en Japón, donde las valoraciones han mejorado pero el éxito del Gobierno en la reconstrucción económicas tras los destres naturales e incierto, así como en Reuno Unido –dondel mercado puede verse apoyado por las valoraciones y la depreciación de la libra, pero afronta dificultades derivadas del bajo crecimiento del gasto en consumo y las restrucciones fiscales- y los emergentes, donde se requiere cada vez una mayor selección, pues si bien se benefician de la demanda de materias primas y la mejora del rating de su deuda pública, también hay algunos que sufren presiones inflacionistas y altas valoraciones. La gestora es más negativa con respecto a las acciones europeas, donde aunque muchos exportadores se benefician de la demanda emergente, el sector coporativo afronta una gran presión en sus márgenes mientras siguen los prolbemas en la periferia. Tambén es negativa con los países desarrolados de Asia, que se ven afectados por presiones inflacionistas en los alimentos y las materias primas, y requieren más restricción monetaria.