¿Qué necesita un fondo para tener ‘5 estrellas Morningstar’?

Kamil Molendys, Unsplash

El número de estrellas Morningstar de las que disponga un fondo mutuo o fondo de inversión es un factor muy importante que el inversor suele valorar a la hora de seleccionar un producto. De acuerdo con los datos publicados en el informe de flujos global de Morningstar, en 2013, las entradas netas que la firma de análisis estima recibieron los productos con cinco y cuatro estrellas fueron de 279.000 y 77.000 millones de dólares, respectivamente, mientras que los fondos con tres estrellas (-191.000 millones de dólares), dos estrellas (-141.000) y una estrella (-32.000) sufrieron salidas de dinero. Otro dato interesante es que el crecimiento patrimonial experimentado el año pasado por los fondos con cinco estrellas fue del 14%. Pero, ¿qué requisitos debe cumplir un fondo para poder presumir de tener las 5 estrellas Morningstar?

El Rating Morningstar (o el rating de estrellas) es probablemente la herramienta de Morningstar más conocida por los inversores tanto particulares como profesionales, pero hay algunas cuestiones que todavía no están claras en las mentes ni de los unos ni de los otros. Según explica Fernando Luque, editor financiero de Morningstar España, es importante tener siempre presente que el rating Morningstar es una calificación exclusivamente cuantitativa. Se basa únicamente en cálculos de rentabilidad y riesgo pasados; no interviene, por lo tanto, ningún factor subjetivo o cualitativo en la valoración del fondo y no conviene confundirlo con el llamado ‘Analyst Rating’, que elabora el equipo de analistas de fondos de la compañía y que tiene unas calificaciones distintas (Rating Gold, Rating Silver, Rating Bronze, Rating Neutral y rating Negative).

Es crucial que el inversor nunca olvide que el Rating Morningstar no es un indicador de buen comportamiento futuro (el que un fondo haya obtenido buenos resultados en el pasado no significa que vaya seguir obteniéndolos en el futuro), aunque sí sirve como primera guía para comparar fondos dentro una misma categoría.

Cálculo del Rating

Luque hace hincapié en que el cálculo del rating de estrellas se basa en la rentabilidad ajustada al riesgo. “En la industria se suele utilizar el ratio de Sharpe como media del binomio rentabilidad-riesgo. Pero el ratio de Sharpe no siempre produce resultados intuitivos. Es evidente que si dos fondos han obtenido una misma rentabilidad positiva, aquel que tiene la volatilidad más baja consigue el ratio de Sharpe más alto. Pero en situaciones en las que los fondos registran una rentabilidad negativa es el fondo con mayor volatilidad el que tendrá el ratio de Sharpe más alto, una conclusión nada intuitiva. Por el lado del riesgo, lo habitual es utilizar la volatilidad, pero esta medida no siempre es consistente con las preferencias de los inversores. La volatilidad o desviación típica mide las variaciones en torno a una media. Sin embargo, los inversores son generalmente aversos  al riesgo y no tienen la misma apreciación de las variaciones al alza que las variaciones a la baja”.

Por ese motivo, Morningstar, en la rentabilidad ajustada al riesgo que utiliza en el cálculo del Rating, penaliza en mayor medida las desviaciones a la baja y no realiza ninguna presunción sobre la distribución del exceso de rentabilidad (la desviación estándar parte del principio que este exceso de rentabilidad está distribuido según una normal). “Aunque el cálculo matemático del Morningstar Rating no es sencillo, el concepto sobre el que se basa es el de la teoría de la utilidad que asume que los inversores están más preocupados por la posibilidad de un resultado negativo que por un resultado positivo inesperado. Y esos inversores prefieren renunciar a una pequeña parte de la rentabilidad esperada de la inversión en beneficio de una menor incertidumbre”, indica Luque.

Para elaborar su rating, Morningstar ordena los fondos en función de la rentabilidad ajustada al riesgo dentro de sus respectivas categorías. “Es importante indicar en este punto que el Rating Morningstar es un rating europeo y no un rating local. Es decir, el universo con el que se compara un fondo no son los demás fondos de su categoría distribuidos en España sino todos los que se comercializan en Europa. Ello permite que cada fondo tenga uno y un solo rating independientemente del país en el que se comercialice”. Por último, el Rating Morningstar también penaliza a aquellos fondos que tienen una comisión de entrada o de suscripción.

El rating final que calcula Morningstar se traduce en un determinado número de estrellas. El 10% de los mejores fondos reciben cinco estrellas, el 22,5% siguiente cuatro estrellas, el 35% siguiente tres estrellas, el 22,5% siguiente dos estrellas y el 10% de los peores fondos sólo una estrella. “En este punto, conviene precisar que, técnicamente, Morningstar en realidad no calcula un rating para cada fondo sino más bien para cada una de las clases del fondo que reúna los criterios mencionados. Y es lógico hacerlo de esta forma ya que cada clase tiene su rentabilidad y sus comisiones propias”, explica Luque.

En realidad, Morningstar calcula un Rating a 3 años, un Rating a 5 años y un Rating a 10 años y el Rating que se publica en las fichas de los fondos (lo llaman el Rating Global) es una media ponderada de estos tres ratings. En este punto, Luque destaca tres puntos que considera importantes. El primero es que, como resulta evidente, si el fondo tiene más de 3 años pero menos de 5, el Rating Global coincidirá con el Rating a 3 años. El segundo es que, si el fondo tiene más de 5 años pero menos de 10, el Rating Global será la suma del 60% del Rating a 5 años y del 40% del Rating a 3 años. Por último, si el fondo tiene más de 10 años pero menos de 10, el Rating Global será la suma del 50% del Rating a 10 años, del 30% del Rating a 5 años y del 20% del Rating a 3 años.

Ahora bien, no todos los fondos reciben estrellas. “Hay situaciones en las que es imposible establecer un rating: por ejemplo, cuando la vida del fondo es inferior a tres años, cuando no hay información suficiente para que el fondo sea incluido en una de las categorías Morningstar, cuando el fondo ha sufrido importantes cambios en su estrategia de inversión y sus datos de rentabilidad histórica no son, por consiguiente, tan relevantes, o cuando no hay suficientes fondos similares para establecer una clasificación”.
La situación en España

A fecha de 30 de septiembre (el Rating Morningstar se recalcula cada mes), hay 929 fondos domiciliados en España que consiguen un Rating Morningstar que se distribuye de la siguiente manera: 76 fondos consiguen 1 estrella (el 8% del total de fondos españoles con rating), 243 fondos consiguen 2 estrellas (26% del total), 344 fondos consiguen 3 estrellas (el 37% del total), 200 fondos consiguen 4 estrellas (el 22% del total) y 66 fondos consiguen la máxima calificación de 5 estrellas (el 7% del total).