¿Qué le pasa al Carmignac Sécurité?: su posicionamiento tras un año duro

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El Carmignac Sécurité, uno de los mayores fondos de gestoras internacionales en España, está viviendo un año negro. El fondo estrella de la firma parisina Carmignac ha dominado durante años las listas de preferidos por los selectores por su capacidad de generar valor y preservar el capital en renta fija, especialmente en los años más complicados de la crisis. Este 2018, en cambio, el fondo se mueve entre los rezagados, en el percentil 82, al acumular una caída del 2,68% a 23 de noviembre. 

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Esto se une al decepcionante comportamiento de 2017, cuando terminó prácticamente plano, con una subida del 0,04%. Así, la rentabilidad anualizada de los últimos tres años ha menguado al -0,30%. ¿Qué está pasando en el fondo? Hablamos con Keith Ney, gestor del fondo desde 2013. 

Sin grandes cambios en el posicionamiento

Pese a todo, Ney defiende la tesis de inversión del fondo: “Mantenemos nuestro escenario de subidas en las rentabilidades alemanas y de ensanchamiento de los spreads de crédito en Europa”. La cartera del Sécurité está diseñada para beneficiarse de un movimiento al alza de los tipos a nivel global y el gestor encuentra argumentos suficientes para seguir apoyando esa tesis. 

“Con el mercado poniendo en precio una senda de subidas de tipos en la zona euro relativamente dovish, con un probable compromiso a corto plazo entre Italia y la Comisión Europea, y las rentabilidades de la deuda estadounidense cotizando un mayor crecimiento y presión salarial, creemos que el yield de la deuda alemana puede moverse al alza sustancialmente, lo que apoyaría la construcción de la cartera actual", defiende. 

Tres grandes temáticas

El Carmignac Sécurité está posicionado para capturar tres grandes temáticas. Primero, que los spreads de la deuda gubernamental europea non-core probablemente se estrechen en el medio plazo. “Aunque será difícil escapar del daño colateral si la volatilidad vuelve a los spreads italianos, España y Grecia en particular deberían hacerlo mejor en el medio plazo”, explica Ney.

En segundo lugar, los ajustados spreads de crédito europeo han mantenido al equipo enfocados en mercados como el de préstamos colateralizados (collaterised loan obligations) europeos AAA/AA. “Siguen siendo una clase de activos rota, donde las restricciones regulatorias y las cicatrices de la crisis nos permite beneficiarnos de unos niveles de spreads muy atractivos considerando la casi completa ausencia de defaults históricos”, cuenta Ney.  

Y por último, siguen gestionando tácticamente la duración de la cartera. Tienen un enfoque oportunista en su posicionamiento en la curva, incluso más allá de la madurez de entre 1 y 3 años que tiene su índice de referencia, pero siempre dentro del límite de -3 a +4 de riesgo de duración que tiene la cartera. “Esta estrategia flexible, de baja duración en vez de madurez corta, ayuda a soportar el comportamiento direccional, basado en el carry y el roll-down, en este entorno de tipos negativos”, concluye.