¿Qué impacto económico tiene una pandemia de obesidad?

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chief_huddleston, Flickr, Creative Commons

Diciembre suele ser mes de comilonas navideñas de todo tipo y enero, el mes de las promesas: me voy a cuidar más, voy a hacer ejercicio, me voy a apuntar a un gimnasio… Sin embargo, algo tan costumbrista como mantener la línea, o la famosa “operación bikini” puede tener un trasfondo mucho más importante: un estudio del equipo de investigación de Bank of America Merrill Lynch (BofAML) ha encontrado una relación directa entre la obesidad y la economía mundial.

Este estudio, liderado por Sarbjit Nahal, responsable de la estrategia de inversión temática, concluye que la obesidad es el mayor riesgo sanitario que afronta hoy el mundo, y aporta algunos datos preocupantes para justificar esta postura. El primero, que la obesidad ya es una epidemia mundial: el número de personas con obesidad se ha triplicado desde 1980, hasta el punto de que casi un tercio de la población mundial (unos 2.100 millones de personas) tiene sobrepeso y, de ellos, 671 millones son obesos. La tendencia tiene visos de seguir siendo alcista en el largo plazo, dado que ningún país ha conseguido luchar de forma seria contra este problema de salud. Así, se calcula que para el año 2030 la mitad de la población mundial estará por encima de su peso recomendado.

Un 2,8% del PIB mundial

Según el estudio, el impacto económico global de la obesidad supone 2 billones de dólares, el equivalente al 2,8% del PIB mundial. Es un impacto que comparan con el causado con el tabaquismo, las guerras o el terrorismo, y además sitúan a la obesidad como la quinta causa de muerte a nivel mundial (provoca la muerte de 3,4 millones de adultos al año), ya que el exceso de peso aumenta el riesgo cardiovascular y de padecer diabetes, artritis o cáncer. El informe elaborado por BofAML indica que los costes sanitarios son un 40% superiores para los pacientes con esta dolencia, respecto a los pacientes con un peso normal. “Los costes futuros pueden ser abrumadores, especialmente dados los elevados niveles de obesidad infantil y la creciente obesidad en el mundo emergente”, indican desde la entidad. 

¿Cómo puede posicionarse el inversor?

El equipo de estrategia de inversión temática de Bank of America Merrill Lynch observa que en los últimos dos años más de una decena de países han empezado a aplicar impuestos especiales sobre alimentos con un nivel elevado de grasas y azúcares, mientras los consumidores de países desarrollados están empezando a mostrar preferencia por alimentos frescos y saludables. Así, calculan que el mercado de salud y bienestar asociado a la alimentación ha alcanzado un valor de 932.000 millones de dólares en 2014.

Desde la firma indican que este tipo de compañías se caracterizan por presentar altos niveles de crecimiento, con márgenes elevados, de tal manera que podrían alcanzar una capitalización conjunta de 1,1 billones de dólares en 2019. Asimismo, especifican que sólo las compañías especializadas en productos frescos podrían alcanzar un valor en bolsa de 736.000 millones de dólares en 2015. “Anticipamos un ajuste en el modelo de negocio, pasando de prestar atención al volumen de producto, junto con la calidad del stock de comida y bebida, a una perspectiva más integral de salud y bienestar”, indican desde el banco de inversión.  

El equipo de BofAML ha identificado cuatro grandes puntos de entrada a lo largo de la cadena de valor, presentes actualmente en la temática de inversión de lucha contra la obesidad: compañías farmacéuticas y biotecnológicas, bebidas y alimentación, control del peso y nutrición y empresas de equipamiento deportivo y ropa deportiva. El equipo de estrategia de inversión temática ha identificado hasta 90 empresas cotizadas que de alguna forma promueven la salud y la lucha contra la obesidad. AstraZeneca, Johnson & Johnson, Nestlé, Coca-Cola, Danone, Kraft Foods, Nike o Adidas son algunos de los nombres más reconocibles de la lista.