Legg Mason Global Asset Management acaba de publicar una nueva edición del Global Investment Survey, una encuesta anual en la que participaron 15.300 personas de 17 países diferentes. En la primera oleada publicada en España, la firma analiza cómo tratan los españoles sus asuntos financieros, qué factores resultan determinantes a la hora de tomar sus decisiones de inversión y cómo afrontan 2017 en términos de inversión. Entre las principales conclusiones de esta primera oleada destaca que los españoles consideran que un régimen tributario más favorable y unas comisiones más reducidas y transparentes son los factores clave que harían que invirtieran más en fondos de inversión.
El 75% de los inversores españoles —el porcentaje más elevado de Europa— afirma que la crisis financiera de 2007/2008 y la consiguiente recesión siguen influyendo en sus decisiones de ahorro e inversión. A pesar de estar atravesando una de las fases alcistas del mercado más largas que se recuerdan, la crisis financiera mundial de los años 2007 y 2008 y la gran recesión posterior pueden haber cambiado de forma permanente la mentalidad de los inversores. Esto es muy obvio en el caso de los españoles. La crisis les ha influenciado más que a los del resto del mundo.
La inestabilidad política a escala mundial es la primera fuente de preocupación para los inversores españoles en 2017. Tienden a mantener sus inversiones en España. Más de la mitad (el 54%) cuenta con el 100% de sus inversiones en España. Este porcentaje les convierte, junto a los franceses, en los que menos diversifican por región (el 55% de los franceses cuenta con el 100% de sus activos invertidos en su país). Los españoles también son los inversores europeos que buscan mayores tasas de rentabilidad, con una media del 7,20% y solo superados por los suecos. El 33% de los inversores españoles desea asumir un mayor riesgo en las inversiones que va a realizar en lo que queda de año. Es el dato más alto de todos los países europeos.
