¿Qué hacer con las carteras? J.P. Morgan AM apuesta por deuda high yield

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A pesar de mantener una visión relativamente optimista sobre los mercados, a mediados del primer trimestre J.P. Morgan AM decidió reducir el peso en cartera de la renta variable. Los mercados habían empezado el año con fuerza y llegó un punto en el que decidió adoptar una posición más defensiva, ya que el entorno macroeconómico no parecía justificar su evolución, según explica Manuel Arroyo, director de Estrategia de J.P. Morgan AM en España y Portugal, en su artículo sobre perspectivas para el tercer trimestre.

Pero, hace muy poco volvieron a sobreponderar el activo, sobre todo invirtiendo en Europa, no tanto porque apostaran por una solución rápida a la crisis sino porque el mercado parecía descontar ya el peor escenario posible y merecía la pena asumir el riesgo.

Con todo, en la gestora consideran que uno de los activos que probablemente sea más interesante de cara a los próximos meses continúa siendo el crédito, especialmente las emisiones de menor calidad. “No ha sido ninguna sorpresa que durante los recientes periodos de volatilidad, cuando muchos activos de riesgo corregían, el high yield aguantó bastante bien”, dice Arroyo. Este tipo de emisiones reúne, a su juicio, dos condiciones únicas: es uno de los activos de renta fija tradicional que mayor rentabilidad ofrecen, y al mismo tiempo sus emisores (compañías) son los que cuentan con mejores fundamentales (frente a gobiernos endeudados en exceso y con problemas de déficit).

“Si hay inversores, con la capacidad de esperar y mantener la inversión durante posibles episodios de volatilidad, conviene que estudien la posibilidad de invertir en este tipo de deuda, cuya rentabilidad esperada no es mucho menor que la de la renta variable y, además, es menos volátil”, dice.

A pesar de todo, si el mercado reacciona muy positivamente en el corto plazo, cree que sería posiblemente un buen momento para reducir riesgo en carteras. El mercado sigue centrado en acontecimientos políticos en Europa, y aunque se comportan bien tras cumbres y medidas anunciadas, “no sería la primera vez que reaccionan muy positivamente en el corto plazo y tras la euforia inicial vuelven las dudas. Esperemos que éste no sea otro día de la marmota”, concluye Arroyo.