Qué esperar del peso chileno

Rodas_Sebastian2
LarrainVial

Pareciera ser muy simple pensar que el peso seguiría depreciándose. A inicios de este año, en informes internos comentábamos que era muy probable ver al peso más cerca de $600 que de $500 hacia fines de 2014.

Hoy decir que llegará a $600 no es tan difícil ya que estamos muy cerca, considerando que en estos días la moneda transa en torno $590.

Si pensamos en algunas de las variables con las que se mueve la moneda (tasa, inflación, flujos y crecimiento), lo que favorecería una depreciación del peso es que EEUU crezca de forma robusta y que el alza de tasas en dicha economía sea sostenida, o que Chile siga cayendo en términos de actividad, que signifique caída de tasas más allá a las esperadas por el mercado suponiendo además una inflación muy controlada.

Pero en realidad no tenemos claridad en esto. En EEUU aunque la visión es muy positiva, no es claro que la economía sorprenda al alza en términos de actividad, lo que trae por consecuencia de que el alza de tasa ocurra, pero no de forma agresiva, todo esto bajo el supuesto que la inflación está controlada en EEUU. Mientras, en Chile, la desaceleración ha sido fuerte, y desde el punto de vista de inversiones privadas y de consumo privado no vemos un catalizador que haga cambiar esta situación en el corto plazo. Pero también es cierto de que el Estado de Chile tiene la capacidad teórica de aumentar el PIB vía mayor gasto fiscal, por lo que podríamos suponer que caídas adicionales de actividad tendrían una respuesta por parte del Estado que haría recuperar, en alguna magnitud, la actividad local y así favorecer al peso.

Finalmente, si tuviéramos que elegir por sólo una visión es que la moneda se deprecia, pero ya sea en el corto como en el mediano plazo hay eventos que podrían cortar esta tendencia.

Respecto a Euro, hay condiciones que nos hacen seguir cautos con esta moneda. La relación euro/dólar ha iniciado tiempo atrás una tendencia despreciadora que coloca hoy a la moneda del viejo continente cerca de 1.32 cuando los niveles pre-crisis eran de 1.5, es decir, ha venido perdiendo valor. Si observamos el comportamiento de la economía europea, vemos que aún no logra salir con fuerza de la recesión, lo que tiene a las autoridades económicas listas para generar nuevos estímulos monetarios, que significarán una moneda aún más depreciada respecto al dólar, sumado a que en términos relativos, la economía americana está en franca recuperación. Por cierto esta tendencia es de corto plazo y podría llevar al euro cerca de 1.3 o quizás a niveles menores. Pero es importante tener claro que las tendencias cambian, y en cuanto la economía europea comience una recuperación sólida y consistente, debiéramos esperar, en ese momento, un euro al alza. Aunque para este último escenario, bastante “agua debe correr”.