¿Qué es el ‘Internet de las cosas’?

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CLUC, Flickr, Creative Commons

Los sucesivos avances de las tecnologías informáticas han sido fruto de los descensos de los costes y la mejora de las funciones. Históricamente, cada "oleada" ha multiplicado por diez el número de usuarios de la oleada anterior. Si bien la última oleada, la del Internet móvil, se está desarrollando todavía, los inversores orientados al largo plazo están mirando al futuro y preguntándose qué será lo próximo. En Fidelity Worldwide Investment creen que la próxima gran oleada podría ser la "Internet de las Cosas", el ecosistema mundial de objetos físicos conectados que pueden percibir, procesar y comunicar datos entre ellos sin intervención humana.

Esta perspectiva esboza la visión de la gestora sobre la ‘Internet de las Cosas’, con sus grandes catalizadores y algunos beneficiarios probables desde el punto de vista de la inversión. Algunos de ellos son los objetos físicos que analizan con precisión su entorno y comunican esta información para mejorar la eficiencia general de un sistema o un proceso. Estos objetos conectados a Internet, desde máquinas en fábricas hasta frigoríficos, llevan ya algún tiempo entre nosotros, pero lo importante es que, del mismo modo que una simple bombilla dio lugar a la red eléctrica y a los miles de electrodomésticos que conocemos hoy, la Internet de las cosas está destinada a ser muchas veces más potente que en sus inicios.

El concepto de la ‘Internet de las cosas’ no es nuevo: el término fue acuñado por el pionero tecnológico británico Kevin Ashton en 1999 y en 2000 la empresa surcoreana LG fabricó un frigorífico con conexión a Internet. Sin embargo, en el pasado existían varios obstáculos que impidieron el despegue de la ‘Internet de las cosas’. Ahora, las limitaciones del pasado están desapareciendo y surgen nuevos impulsores. Tal vez el catalizador más importante haya sido la proliferación de teléfonos inteligentes con Internet, junto con la conectividad "siempre activa".

Encontrar a los ganadoras: sectores verticales frente a horizontales

Según Fidelity, la mejor forma de empezar a entender el potencial empresarial y de inversión de la ‘Internet de las cosas’ es analizando ejemplos reales concretos. En cuanto a los sectores, creemos que habrá implicaciones "horizontales" de primer grado e implicaciones "verticales" de segundo grado. Los beneficiarios horizontales serán aquellas empresas que fabriquen los diferentes componentes físicos esenciales que hacen posible la Internet de las cosas. Un buen ejemplo de ello son los sensores microelectromecánicos (MEM) de bajo coste hechos con semiconductores, que son los que se necesitan para recoger los datos reales que envían todas las ‘cosas’ conectadas; de hecho, la mayoría de teléfonos inteligentes modernos ya cuentan con múltiples sensores MEM.

Los verticales, por su parte, son los beneficiarios de segundo grado que se verán favorecidos por aplicaciones muy específicas de sus sectores y que, en última instancia, impulsarán de alguna forma la eficiencia de la producción o la calidad de los servicios. “Aunque habrá oportunidades tanto en los sectores horizontales como verticales, creemos que las oportunidades de los sectores verticales son más numerosas por la mayor diversidad de las aplicaciones potenciales, algunas de las cuales serán verdaderamente revolucionarias. De hecho, esa es la razón por la que llevamos algún tiempo centrando nuestros esfuerzos de análisis en identificar a aquellas empresas que están tomando la delantera a la hora de articular y ejecutar estrategias eficaces en este ámbito que les diferencien de la competencia. La ventaja del pionero será determinante en esta área y los primeros en adoptar la ‘Internet de las cosas’ podrían ver cómo sus cuotas de mercado aumentan considerablemente”, explican desde la entidad.

La razón principal por la que en Fidelity aprecian menos oportunidades en los sectores horizontales es que el hardware es más proclive a la indiferenciación. “El hardware es más fácil de replicar, por lo que los márgenes de beneficios se erosionan rápidamente y el valor bursátil se transfiere a otras áreas difíciles de replicar. Eso es exactamente lo que ha ocurrido en el sector de la informática. Como muestra el gráfico que figura debajo, a medida que fueron proliferando los ordenadores, el valor bursátil se desplazó cada vez más hacia los editores de software, los suministradores y los proveedores de servicios, como Microsoft, Intel y Google”.

La gestora pone ejemplos de acciones

Monsanto: La empresa es el líder mundial en biotecnología agrícola y tiene a sus espaldas una larga trayectoria de innovaciones y un papel pionero en el desarrollo de los primeros cultivos modificados genéticamente. Actualmente, la compañía se sitúa a la vanguardia de los esfuerzos para crear sistemas integrados de información diseñados para aumentar la productividad agrícola. Prueba de ello son, por ejemplo, FieldScripts, su sistema de cultivo desarrollado internamente, y su decisión de pagar 930 millones de dólares en octubre de 2013 por Climate Corp, una empresa especializada en análisis climáticos. “Dado que es el líder destacado y un importante inversor en este campo, y a la vista de las crecientes necesidades de alimentos de la población mundial, creemos que Monsanto es una empresa que está una posición única en su sector para aprovecharse de la Internet de las Cosas, con resultados potencialmente revolucionarios”.

General Electric (GE): posiblemente, el área más prometedora de todas es la interacción entre la Internet de las Cosas y el sector industrial. GE está desempeñando un papel de liderazgo en este ámbito e invirtiendo mucho en lo que la compañía denomina la Internet Industrial. Con más de tres millones de "cosas que giran" en la base industrial actual, GE ha calculado que una optimización de procesos que consiga un ahorro de tan sólo un 1% en diferentes industrias podría equivaler a un total de 226.000 millones de dólares a lo largo de 15 años. “Por ejemplo, GE argumenta que la Internet Industrial permitirá a muchas empresas eliminar los tiempos de inactividad no programados, de tal forma que el mantenimiento preventivo se realice en función del estado real de los activos industriales en lugar de estimaciones sobre su estado”.

Samsung: Además de ser uno de los fabricantes líderes de teléfonos inteligentes, la coreana Samsung es una empresa que no tiene competencia en cuanto a la enorme amplitud de su gama de productos tecnológicos, tales como frigoríficos, lavadoras, reproductores de DVD, etc. Si tenemos en cuenta también los ingentes recursos de investigación que tiene a su disposición, creemos que Samsung está en una posición ideal para tomar la delantera en el desarrollo de aparatos de consumo "inteligentes" que puedan comunicarse entre ellos. “Por ejemplo, ya ha desarrollado una lavadora con wifi que permite a su propietario conectarse con ella y controlar sus coladas remotamente a través de su teléfono inteligente”.

Nike: En el área de los productos de consumo para salud y bienestar, los teléfonos inteligentes han hecho posibles herramientas web mejoradas para realizar análisis de rendimiento. La empresa que ha creado la plataforma web líder mundial es Nike, gracias a su sistema Nike+. Aunque los más de 18 millones de usuarios de esta plataforma deberían tener más probabilidades de comprar artículos de Nike, creemos que la mayor ventaja comercial probablemente esté asociada con la enorme cantidad de datos sobre los consumidores a los que está accediendo Nike. “Por ejemplo, Nike se dio cuenta de que los datos de clientes almacenados en su plataforma Nike+ revelaban que muchas carreras se hacían en realidad lejos del asfalto, lo que llevó a la compañía a impulsar su gama de zapatillas para correr por vías no asfaltadas”.