Protegerse ante la crisis japonesa

Más de 26.000 partícipes con exposición al país nipón a través de fondos españoles en bolsa japonesa se han visto sorprendidos por la catástrofe que asola Japón en la última semana. Según publica Expansión, otros muchos cuentan con fondos en Japón de gestoras internacionales, en muchos casos a través de servicios de carteras de fondos. No hay datos suficientes para valorar qué ocurrirá en el medio y largo plazo con estos fondos.

Para hacer pronósticos, más allá de la aversión al riesgo actual, hay que esperar a conocer los daños reales y los costes de la reconstrucción. Hay un precedente que está ayudando a gestores y analistas a hacer sus cuentas, el terremoto de Kobe de 1995. En ese momento se produjo una fuerte caída de la bolsa japonesa y una revalorización del yen por la repatriación de capitales para reconstruir el país. La recuperación fue rápida y el impacto en el PIB asumible.

Pero el punto de partida hoy es diferente. Según Santiago Pons, asociado de EFPA, “la deuda bruta en 1995 era del 50% del PIB y ahora es del 200%, el problema demográfico es mucho mayor, el crecimiento global es otro y, además, en la última década Japón ha perdido parte de su supremacía, sobre todo tecnológica, frente a otros exportadores asiáticos”. No obstante, no debe cundir el pánico. Es cierto que las expectativas a corto plazo son sombrías y que a día de hoy la capacidad de reacción de Japón depende en gran medida de que pueda contener la amenaza nuclear, pero un ahorrador en fondos debe tener un horizonte de inversión a largo plazo.

Dean Cashman, gestor de M&G Japan Fund, cree que las acciones japonesas ofrecen una importante oportunidad para los inversores con paciencia que van contracorriente. Este experto destaca que las actuales valoraciones son muy atractivas comparadas con las del resto del mundo. Y recuerda que “la historia financiera muestra que las severas caídas en los mercados, como la que está experimentando Japón, no duran siempre”. Los partícipes de estas carteras deben tener en cuenta el efecto divisa. Según Shogo Maeda, responsable de bolsa japonesa de Schroders, el yen ha comenzado a apreciarse anticipando una repatriación de capitales; y un alza frente a la moneda única tendrá un impacto positivo en los fondos en euros que inviertan en Japón. Aunque será un efecto pasajero. Los expertos de DWS Investments esperan que el Banco Central de Japón maniobre para debilitar el yen. No obstante, este debilitamiento también tiene su contrapartida. Según Dean Cashman, la caída del yen favorecerá a un segmento de las compañías japonesas, animando su evolución en bolsa. Subidas que repercutirán positivamente en la rentabilidad de los fondos.

En cualquier caso se esperan momentos difíciles, no sólo para las carteras de acciones japonesas. De una pronta reacción del país nipón depende que la débil recuperación de la economía mundial prospere. Ricardo Sánchez-Seco, responsable de fondos de Gestiohna, recuerda que “Japón es la tercera economía mundial, y no sólo en producción, también en consumo. El crecimiento mundial se podría ver muy afectado ya que EEUU exporta mucho a Japón”.

Para el ahorrador que se quiera resguardar de la tormenta, prima una cartera defensiva. Irene López, de DWS Investments, explicaba esta semana en las jornadas Central de Compras de Ahorro Corporación la estrategia bipolar por la que apuestan para este año. En ella combinan una exposición al crecimiento de los emergentes sin estar en estos mercados, que se pueden ver más afectados a corto plazo, a través de Alemania y de su fondo DWS Deutschland. Este movimiento lo combinan con fondos especializados en acciones de alto dividendo. Estos productos están siendo potenciados por muchas entidades, como el JPM Europe Strategic Dividend, con rentabilidades de entorno al 5% y fuertes posiciones en sectores como el de seguros, que se beneficiará de una subida de tipos de interés.

La incertidumbre que puede generar Japón a corto plazo también hace aconsejable la inclusión de fondos de renta fija con una política de inversión flexible. Patricia López e Inés del Molino, de Schroders, aconsejaban en las mismas jornadas de Ahorro Corporación, productos de esta filosofía, como el Schroder ISF Strategic Bond. Otros productos con estrategias de gestión flexible en renta fija están siendo Pimco Unconstrained Bond, el Julius Baer Absolute Return y el JPM Income Opportunity.

La crisis nuclear japonesa también puede dejar su impacto en la política energética de numerosos países, lo que se traducirá en altos precios del gas y del petróleo. Esto beneficiará a los productores como Rusia, un país que para DWS Investments puede ser una de las revelaciones de este año.