Progress Software apuesta por crecer en España

La estadounidense Progress Software, una compañía de tecnología que cotiza en el Nasdaq y que facturó más de 500 millones de dólares en 2008, se propone potenciar su crecimiento internacional. Y España es uno de sus mercados prioritarios. En diciembre, Progress Software decidió abrir oficina en Madrid y nombrar a Mattia Bruzzi como responsable para el mercado español e italiano.

“España es un mercado importante para nosotros”, reconoce Giles Nelson, director de tecnología de Progress Software para Europa, Oriente Póximo y África. Algunas entidades que han recortado personal en los últimos meses están invirtiendo en tecnología para intentar ser capaces de ejecutar las mismas tareas pero con un coste menor. “El gasto en tecnología se había congelado a comienzos de año, porque había mucha incertidumbre. Pero el mercado se ha dado cuenta de que el apocalipsis no ha ocurrido y de que hay ya una cierta estabilidad. Los clientes vuelven a sentir confianza”, afirma Nelson, que está de visita en Madrid para participar en unas conferencias.

La plataforma Apama, el producto estrella de Progress Software, es utilizada por grandes entidades financieras españolas, gestoras alternativas y tradicionales de varios países, e incluso supervisores como la FSA, que la emplea para mejorar sus sistemas de vigilancia y control sobre los mercados.

Apama es una plataforma de software para el procesamiento de eventos complejos. Entre los usuarios del programa hay hedge funds, brokers, operadores de los mercados de divisas, mesas de Tesorería, y plataformas de negociación electrónica como Turquoise.

Progress quiere crecer también en mercados en expansión como los de Oriente Próximo y Europa del Este, en los que el desarrollo de sus mercados financieros abre un nuevo campo de actuación para las aplicaciones de Apama en trading algorítmico, control de riesgos y vigilancia del mercado. La empresa tiene clientes en Brasil y México y espera poder crecer en Chile.

Nelson destaca que en los últimos meses ha aumentado la demanda para aplicaciones de control de control de riesgo y vigilancia del mercado. “Muchas grandes entidades quieren monitorear el impacto en el mercado de sus propias operaciones en tiempo real para poder dar respuesta rápida a cualquier consulta de los reguladores”, afirma.