Primeras impresiones sobre el nuevo desplome de las bolsas chinas

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Aaron T. Goodman, Flickr, Creative Commons

Las bolsas chinas volvieron a registrar ayer la enésima caída del verano. En esta ocasión, el índice CSI 300, que combina valores de las bolsas de Shenzen y Shanghai, sufrió una pérdida del 6,19% que fue acompañada por un retroceso del 1,43% del Hang Sheng, indicador de la Bolsa de Hong Kong. Estas caídas llegan después de que la semana pasada el Banco Popular de China permitiera una devaluación récord del yuan durante tres días seguidos para devolverle competitividad a su divisa. En los primeros momentos tras estas maniobras, que se prolongaron a lo largo de tres días, fueron las bolsas occidentales las que sufrieron ventas de los inversores (leer más). 

Se hacen eco de los números rojos los expertos de ETF Securities, que destacan el mal comportamiento en Europa durante la semana pasada de los valores vinculados al lujo y a los fabricantes de automóviles. “Sectores como materias primas, bienes de lujo y autos fueron algunos de los más afectados (…). En contraste, las bolsas chinas no reaccionaron a las noticias como hicieron otras muchas bolsas, publicando ganancias en la semana, a pesar de los datos peores de lo esperado de la producción industrial y las ventas minoristas”, especifican desde la firma. Ahora, parece que el impacto ha vuelto a notarse sobre la propia China, cuyas bolsas llevan sufriendo fuertes correcciones desde finales de junio. 

“Aunque el comportamiento de las bolsas chinas en el año ha sido fuertemente positivo, este verano hemos visto el repunte de la volatilidad y una abrupta corrección, apuntando a algunas interferencias por parte del gobierno que, bajo nuestro punto de vista, entran en conflicto con el objetivo de permitir a las fuerzas del mercado dictar los precios”, comenta Mark Mobius desde Franklin Templeton Investments. No obstante, el famoso gurú de los emergentes cree que, en el caso del reciente cambio en la política de tipo cambiario, “China está definitivamente en el camino hacia la liberalización, y ensanchar la banda en la que puede moverse la divisa es simplemente parte de este proceso de liberalización”. 

Desde AXA IM, Mark Tinker recuerdan la interrelación entre China, el resto de mercados emergentes, la demanda de materias primas – que siguen a la baja, permitiendo en numerosos casos un aumento del poder adquisitivo- y el impacto de la devaluación del yuan sobre la economía doméstica y el resto de divisas, especialmente de los vecinos del gigante asiático. “Quizá el foco real para los inversores en renta variable debería ser tanto sobre los ganadores como sobre los perdedores de todo este cambio”, reflexiona. Tinker advierte que deben tener un cuidado especial los inversores que prefieren productos pasivos que replican índices de renta variable o renta fija, porque “las compañías que necesiten mayor gasto sobre capital y financiación exterior tienden a ser más productoras (de materias primas) que consumidoras, por lo que el impacto sobre el índice puede ser asimétrico”. 

El experto recomienda un enfoque selectivo para quien quiera seguir aprovechando las correcciones de las bolsas chinas para encontrar oportunidades; “necesitamos buscar cuidadosamente para encontrar a los ganadores, compañías para las que el 10% de las ventas anuales a minoristas vengan de China”. También reflejan los ajustes hacia la nueva China que están moldeando sus autoridades las compañías vinculadas al turismo, la tecnología y la salud, aunque “son tendencias multianuales que parece que vayan a continuar”, aclara Tinker.