Primera reunión del BCE tras el Brexit: ¿qué esperan las gestoras?

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INSM, Flickr, Creative Commons

Una vez al mes, los jueves suelen ser sinónimo de reunión del BCE. La de hoy, celebrada en Fráncfort, viene con el sambenito de ser la primera tras producirse el Brexit. A pesar del hito, las gestoras no esperan grandes anuncios por parte de la institución que preside Mario Draghi.  

“Las expectativas de un cambio significativo son bastante bajas porque se considera demasiado pronto tras el Brexit y desde que el BCE empezara a implementar su última ronda de medidas”, indica Paul Brain, jefe de Renta Fija de Newton, boutique de BNY Mellon IM. La opinión de Brain es que los miembros del BCE “prefieren esperar hasta que se vean grandes evidencias de que el voto a favor del Brexit ha influenciado el escenario económico antes de que pongan en escena más medidas”. Se trata de una postura similar a la adoptada la semana pasada por el Banco de Inglaterra.

¿Cuándo, entonces, sería la próxima cita relevante del calendario? “La última encuesta ZEW mostró algunos signos de cambio a peor, y es altamente probable que tengan suficientes pruebas como para hacer un cambio en la próxima reunión de septiembre”, explica Brain. Para él, la cuestión es qué le queda por hacer al BCE: “Los tipos negativos han ayudado a los emisores (especialmente en aquellas economías con hipotecas de tipo flotante) y la acción del QE está comprimiendo la rentabilidad, dando como resultado una subida modesta de la concesión de préstamos. Aunque esto son buenas noticias, la economía de la eurozona afronta un par de obstáculos, las discusiones procedentes del Brexit y la reducción del efecto riqueza por los precios más baratos de la gasolina”. Adicionalmente, Brain indica que “tampoco está claro si adentrarse más en territorio negativo y comprar más bonos será de ayuda. De hecho, se puede sugerir que los problemas que están causando al sector bancario (rentabilidad reducida) y a los ahorradores (falta de rentas) están actuando como una carga”. En todo caso, Brain considera que el BCE sí podría plantearse “expandir el programa de QE para incluir adquisiciones de deuda bancaria. Es inevitable”.   

La solución que el jefe de renta fija ve más factible es que los gobiernos de la zona euro reformen sus políticas fiscales para aprobar más estímulos, dado que “el BCE está cerca de haber usado la política monetaria en toda su extensión”.  Según el representante de Newton, los estímulos podrían cobrar la forma de recortes de impuestos o mayor gasto en infraestructuras.

Patrick O’Donnell, gestor de renta fija de Aberdeen, también ve improbable que el referéndum “presione al BCE para hacer ya algo agresivo”, y piensa que “es más probable que se haga en la reunión de septiembre, cuando Draghi pueda ver si los datos económicos son más débiles”.

El gestor cree que, después de los momentos iniciales de pánico, este sentimiento “se ha relajado y está empezando a prevalecer la racionalidad”. O’Donnell piensa que el Brexit “dañará el crecimiento de la eurozona, y aunque el daño a la recuperación de Europa no es lo que necesita Draghi en estos momentos, no es suficiente como para hacer saltar ya al BCE con una política monetaria más agresiva”.

Adrian Hilton, gestor de renta fija en Columbia Threadneedle añade como razón adicional para esperar acción en septiembre que “las posibilidades de que la inflación de la eurozona alcance el objetivo del 2% del BCE a medio plazo han disminuido indudablemente y el Consejo Regulador considerará aplicar cambios a la configuración de sus políticas”. El gestor sugiere que Draghi podría señalizar durante la rueda de prensa otro recorte en los tipos de interés, “ya que el BCE podría aplicar cambios en su programa de compras, con el fin de disminuir las reservas de bonos alemanes disponibles a la compra”

A vueltas con la credibilidad del BCE

Para Franck Dixmier, responsable global de renta fija de Allianz Global Investors, la reunión de hoy va a girar una vez más en torno a la reputación y la credibilidad del BCE: “El mayor objetivo del BCE será convencer a los participantes del mercado de que puede hacer lo que sea necesario, si se le requiere que lo haga”. El experto considera que podrían surgir en la rueda de prensa algunas preguntas sobre la solvencia de la banca italiana, “que presentan una amenaza a la transmisión eficiente de la política monetaria”, aunque cree que “es improbable que Draghi elabore mucho sobre este tema antes de que se anuncien los resultados de los test de estrés”.

Dixmier recuerda que “el Brexit será un proceso de varios años”, por lo que a tan sólo un mes de haberse producido verdaderamente “es muy difícil establecer las consecuencias macroeconómicas de tal decisión más allá de un impacto determinado sobre el crecimiento de la eurozona”. En contraste, el responsable indica que a lo largo de la última semana se ha podido comprobar que “ha caído la volatilidad, un comportamiento decente de la renta variable, rentabilidades de largo plazo al alza y creciente apetito por el riesgo”. La psicología del mercado podría explicar este comportamiento como un signo de que los inversores están anticipando más acciones de política monetaria, según el experto.

Éste cree además que el mercado está siendo injusto con Draghi: “El banco central ha afrontado repetidos cuestionamientos de que se está quedando sin munición, a pesar del hecho de que – por ejemplo- los bancos suizos tiene los tipos de depósito más bajos, o que la Fed ha hecho mucho más QE”. Según Dixmier, el paso más probable para próximas reuniones es que el BCE alargue la extensión de vencimientos del QE o que realice algunos cambios en las normas internas para la implementación del programa de adquisición de activos.