Fondos con rentabilidad positiva en verano

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Joel Filipe (Unsplash)

Tengo un amigo gestor, Guy Spier, que coloca la pantalla del Bloomberg de modos rocambolescos, pretende que le resulte tan incómodo mirarla que no dure la consulta más de unos segundos. Dice que así evita distracciones que le confundan y le distorsionen su horizonte de inversión, parece que las malas posturas le ayudan a dedicar su tiempo a lo que cree y sabe hacer: valorar compañías para comprarlas a buen precio. Lo imagino de cuclillas debajo de la mesa o en lo alto mirando el techo y me reafirmo en lo difícil que nos resulta a todos no embobarnos con el continuo movimiento de los precios de las acciones arriba y abajo.

Lo mismo me ocurre a mí, me declaro inversor a largo plazo y procuro que no me distraiga el ruido de los mercados pero raro es el día que no miro como se comportaron mis gestores y qué tal van sus principales apuestas. En mi defensa diré que no pretendo sacar conclusiones del talento del gestor y me ayuda a entender su cartera y estilo de gestión. Me gusta que la rentabilidad del fondo esté acorde con la marcha de sus apuestas y comprobar que hace lo que dice en sus cartas y reuniones.

Este verano, la costumbre de seguir los gestores de cerca (para invertir a largo) ha sido como estar montada en una montaña rusa. Las bolsas han puesto a prueba nuestros nervios y a más de uno le hubiese gustado tener la pantalla del Bloomberg al estilo Guy Spy para no dejarse llevar por el pánico. Además de la intensidad de las caídas lo más sorprendente ha sido la falta de detonantes... cuesta creer que a estas alturas de la película quedase alguien sin saber que Grecia está quebrada y que el exceso de deuda en algunos países desarrollados nos condena a un largo periodo de crecimientos débiles y bajadas de rating. Este sin sentido ha pillado a casi todos los gestores de RV con la escoba en la mano o mirando para otro lado, ¿cómo se han comportado? unos mal y otros rematadamente mal, es lógico y no debemos sacar demasiadas conclusiones de estas caídas. Sin embargo, sorprende gratamente lo bien que han aguantado algunos de los fondos globales, voy a comentar 2 de ellos porque los recomendaría aunque hubiesen caído como el resto y porque han conseguido rentabilidades positivas pese a no cambiar sus apuestas ni realizar grandes cambios en cartera - salvo comprar algunas cosas que se ponían a precios irresistibles- durante este tiempo.

- Angulo Verde. Sicav española gestionada por Alejandro Muñoz y Guillermo Nieto. Gestores value y seguidores de la escuela austriaca. Invierten con un horizonte de inversión a 5 años, son pacientes, contrarian, no siguen a la mayoría, y les gusta comprar barato. Pueden invertir en acciones, crédito, divisas y commodities, no se endeudan pero pueden ponerse cortos, no rotan mucho la cartera y son agnósticos con el tamaño de las compañías. Nuestro Ruffer español me recuerda a la boutique inglesa en su afán de preservar capital. Al igual que Ruffer con la construcción de cartera tratan de protegerse de los riesgos que encuentran en el escenario macro. Procuran combinar una parte de la cartera que les proteja si ocurre alguno de sus peores escenarios con otra parte más agresiva. Comparten con Ruffer los mismos miedos: inflación, China y la enorme emisión de deuda y aplican las mismas recetas: materias agrícolas y algunos metales preciosos, bolsa japonesa y algunos blue chips que se quedaron atrás en las valoraciones.

- Edelweiss. Tony Deden gestiona este fondo desde hace 10 anos con una rentabilidad superior al 15% anual. Su trayectoria es aun mayor pues lleva en la gestión más de 20 años. En sus cartas, de las más bonitas del sector, jamás encontramos predicciones; para invertir no necesita una bola de cristal sino encontrar activos que estén cotizando por debajo de su valor. Le apasiona la economía como hobbie pero no cree que sea realmente útil para invertir, como alumno de Rothbard que fue, es liberal, admira la figura del auténtico empresario y mira la economía desde la escuela austriaca para entender dónde estamos y saber qué evitar. Quizás esa mirada le ha ayudado a afrontar este batacazo con el 60% en oro y plata. Cuando hace meses le cuestioné su apuesta por el oro me contesto "i should point out to you that despite owning more gold than some countries even do, my wealth has come from investments in productive enterprises over the years. Some day, I look forward to doing it again." parece que ese día aun no ha llegado para Tony, aunque este verano ha vuelto a encontrar algunas compañías en las que invertir algo de su oro, entre ellas una española, Ebro Foods.

Al margen de lo bien o mal que lo hayan hecho los gestores, después del verano convulso saco una única conclusión que nada tiene que ver con la inversión y algo sí con el modo de colocar Guy su terminal de Bloomberg: la vida son dos días no la malgastemos y vivámosla como si fuera el último de nuestros días. Los problemas, de mercados u otros, son parte de la vida y no siempre está en nuestras manos esquivarlos o resolverlos, pero en lugar de añadir preocupación, solemnidad y sufrimiento (ruido que nos impide vivir el momento presente) pongámosle humor. Al fin y al cabo lo trágico roza lo cómico y si perdemos la capacidad de divertirnos perderemos gradualmente el entusiasmo por vivir. ¡Que no nos amargue Mr Market!