El Gobierno portugués acaba de aprobar el decreto ley que permitirá a los organismos de inversión colectiva (OIC) constituirse bajo la forma societaria. La nueva norma pone así fin en este país a un retraso de 23 años frente a otros vecinos europeos que ya contemplan esta forma jurídica. Asimismo permitirá a las entidades portuguesas competir en igualdad con las sicav extranjeras que se comercializan en otros países europeos.
Las entidades de inversión mobiliaria que adopten la forma societaria se denominarán sociedades de inversión mobiliaria y en el ámbito inmobiliario se llamarán sociedades de inversión inmobiliaria. En este último caso, también se abre la puerta de la forma societaria a los fondos inmobiliarios para arrendamiento de vivienda, un tipo de producto recientemente introducido en la normativa portuguesa.
Según el comunicado difundido tras el consejo de ministros del pasado 4 de marzo, la nueva regulación va a permitir a los agentes económicos nacionales competir en situación de igualdad con las sicav extranjeras que se comercializan en Portugal. Asimismo, establece para los agentes nacionales oportunidades idénticas a las que ya existen en la práctica totalidad de los países de la Unión Europea, eliminando así asimetrías entre operadores del espacio comunitario y reforzando la competitividad de la economía portuguesa.
Desde hace años, en concreto desde la publicación de la Directiva 85/611 sobre Organismos de Inversión Colectiva en Valores Mobiliarios (OICVM), esta regulación era ampliamente demandada desde diversos sectores del ámbito financiero portugués. Las que serán las nuevas sicav portuguesas reforzarán el papel de los fondos de inversión como instrumento privilegiado de captación del ahorro en el plano nacional. Además, al compartir el funcionamiento típico de las sociedades anónimas, otorgan mayor nivel de participación a los inversores.