Por qué vender en mercados a la baja es caro

Inigo_Bilbao_Goyoaga_05_2016
Iñigo Bilbao

TRIBUNA de Íñigo Bilbao Goyoaga, partner de Estudios Bursátiles SL y experto en fondos de inversión e inversión colectiva.

 

Ya sabéis que los expertos recomiendan mantener el curso (Stay the Course) cuando hay un mercado a la baja. Lo correcto es tener una cartera diversificada, dejar a la diversificación que haga su trabajo y tan sólo hacer rebalanceos de la misma. ¿Qué es exactamente hacer rebalanceos de la cartera? Debemos vender algo de renta fija de peor calidad y, con ese dinero, comprar renta variable solvente hasta mantener el nivel de renta variable que se desea tener en la cartera, digamos el 40% de renta variable y el 60% de renta fija. Con esos rebalanceos, además de comprar pequeñas posiciones de renta variable castigada y barata, nos deshacemos de la renta fija de peor rating. Asimismo, estaremos preparados e invertidos cuando el mercado se dé la vuelta, ya que tiende a descontar las malas noticias muy pronto y a tener en cuenta las buenas también antes de que ocurran.

Pero en este artículo me voy a centrar en otra razón por la que hay que tener paciencia y, a poder ser, no hacer caja o efectivo y salirse del mercado en tiempos de turbulencia, salvo necesidad extrema. El motivo es que vender con mercados a la baja es caro. Las cotizaciones se mueven, fluctúan y nos hacen vender a precios más bajos de los que lo haríamos en mercados normales. Los entendidos hablan de “falta de liquidez” o “ampliación de los márgenes de cotización” (widening of the bid-offer spread), para referirse a que vendes a bajo precio. Al formarse los precios, ya sea fuera de mercado (over-the-counter) en el caso de los bonos, o ETF, o en mercados cotizados ya sean electrónicos o mercados de corros (open outcry markets), en el caso de las acciones y futuros, el bid- offer spread se ensancha.

El mercado para darte esa liquidez o para comprar tus bonos o acciones en momentos de volatilidad te penaliza cobrándote una prima. Me refiero a lo que se conoce como swing pricing. Quiere decir que, para darte un precio, el operador incluye todo tipo de costes e impuestos para proteger a los inversores que se quedan invertidos.

Pero, a su vez, ese coste de liquidez varía dependiendo del activo. Los activos menos líquidos suelen ser por lo general los activos reales (Real Assets). Hemos visto durante el primer trimestre del año 2020 cerrar fondos inmobiliarios sobre todo en el Reino Unido, ya que no podían atender todas las solicitudes de reembolso. Posteriormente, otro activo problemático para dar liquidez suele ser la deuda privada (Private Debt). Y, seguidamente, la renta fija cotizada, dependiendo de cada emisor y del tipo de rating, siendo las deudas high yield y mezzanine unas de las que más sufren con la volatilidad, y la soberana la más liquida dentro de la renta fija.

Finalmente nos encontramos con los mercados electrónicos o de corros de renta variable y futuros. Estos son los más líquidos, pero no quiere decir que a su vez no te cobren una comisión extra de liquidez al vender en los bid-offer spread que puedas encontrar. Las acciones de gran capitalización (large caps) son más liquidas (menos caras de vender) que las de pequeña capitalización (small caps). Asimismo, los ETF de renta fija sufren más que los ETF de renta variable, al ser la liquidez de sus subyacentes diferente.

A la vista de lo anterior, pudiera ocurrir que algunos fondos de inversión tengan dificultades para dar liquidez a sus clientes y, ante dar una liquidez con un coste muy alto, pueden decidir cerrar el fondo para proteger a los partícipes que mantienen sus posiciones sin vender. Esto puede ocurrir en algunos fondos inmobiliarios, fondos de deuda privada (private debt), o en renta fija de alto riesgo como ocurrió con los fondos de deuda subprime en 2007. Más recientemente lo hemos visto en renta variable en el caso Woodford en Reino Unido al no poder su fondo de renta variable atender la avalancha de peticiones de reembolsos.

Podemos concluir que vender en mercados a la baja es caro y, salvo extrema necesidad, mantener el rumbo con una cartera diversificada construida con nuestro asesor es lo más adecuado. Los bancos centrales con sus actuaciones concertadas, están inyectando liquidez al sistema para que los precios queden lo menos afectados posibles ante posibles necesidades y tensiones de liquidez, como las que se pueden producir por las necesidades de hacer caja en una crisis económica como la generada por el Covid-19.