¿Podría la situación de Puerto Rico retrasar el lanzamiento del ETF de Market Vectors que invierte en su deuda?

El año pasado, Market Vectors presentó la documentación necesaria ante el regulador estadounidense, SEC (Securities and Exchange Commission), para lanzar al mercado un nuevo producto sobre deuda municipal con una importante exposición a los papeles de Puerto Rico. Se trata del Market Vectors Puerto Rico Municipal Index ETF, el cual, de lanzarse, sería el primero de su clase, seguiría al Barclays Custom Puerto Rico Municipal Composite Index, e invertiría también en Guam, las Islas Vírgenes, Samoa Americana, entre otros. ¿Podría la situación actual de la isla retrasar o impedir su lanzamiento?

Jim Colby, senior municipal strategist de Van Eck y quien será también co-gestor del fondo, indicó el año pasado que el lanzamiento del ETF dependería de la decisión de la SEC. "En estas circunstancias, con este producto en particular, mi conjetura es que experimentaremos cierto retroceso", dada la naturaleza única de este producto, explica. Asimismo, indicó que "un producto como éste añade un elemento de liquidez [para los inversionistas]".

Con una alta tasa de desempleo y la pesada carga de una abultada deuda, Puerto Rico se está viendo presionado para demostrar que todavía es capaz de atraer capital. Sin embargo, que las tres grandes agencias de calificación de riesgo (la última fue Fitch esta semana) hayan reducido la nota de su deuda a bono basura, no es de ayuda. Su última opción podrían ser un grupo de hedge funds y firmas de capital riesgo que podrían estar negociando alternativas para "ayudar" al pequeño país a salir de la actual situación de crisis en la que se encuentra. Pero el costo podría ser elevado.

La deuda municipal de Puerto Rico, el tercer emisor de este tipo de bonos tras California y Nueva York, ha sido tradicionalmente muy atractiva para fondos de pensiones y de inversión por ser libre de impuestos, por lo que muchos gestores la han incorporado a sus carteras. Sin embargo, esta situación ha cambiado. Ante el temor de que Puerto Rico pueda incumplir sus deudas pendientes, los inversionistas tradicionales han retirado sus recursos del país de forma paulatina en los últimos meses, presionando a la baja los precios de los bonos de la isla. Ante las oportunidades que esto podría suponer, los inversionistas más sofisticados, como los hedge funds, ya han empezado a comprar deuda del país con grandes descuentos, pero en cantidades relativamente pequeñas. Algo que podría cambiar en breve.

Desde Morgan Stanley, varios banqueros se han reunido con una docena de hedge funds, firmas de private equity y otros grandes inversionistas para captar hasta 2.000 millones de dólares para financiar a Puerto Rico, de acuerdos a fuentes consultadas por The New York Times. Entre los temas que se discuten están las tasas que se cobrarán por esta inversión, y que según indican, podrían alcanzar hasta el 10%, más de la mitad de lo que una ciudad con un rating elevado paga por financiarse en el actual mercado de deuda municipal.

Primera emisión de obligaciones generales en dos años

Robert Donahue, managing director en Municipal Market Advisors, indica que la situación que vive el país no tiene precedentes, "es un reflejo de la creciente comprensión de que Puerto Rico ha excedido el apetito por el riesgo en el mercado de bonos municipales tradicional". Pese a los esfuerzos presupuestarios, el problema en el país, según diagnosticó S&P, es que cuenta con una liquidez muy limitada. "Necesitan dinero en efectivo para sus obligaciones de deuda y con los actuales déficits va a ser difícil generar los ingresos necesarios para ello, ademas de que será políticamente difícil pedir más austeridad", explicaba ayer Jim Colby, gestor de Van Eck Global.

En este sentido, el Gobierno espera salir al mercado con la primera emisión de obligaciones generales (GOs, por sus siglas en inglés) en la última semana de este mes, según informó el medio local El Nuevo Día. Se trata de la primera emisión de GOs en dos años, y la primera vez que Puerto Rico saldrá al mercado con una clasificación crediticia de alto riesgo o especulativo. El objetivo mínimo de venta serán unos 1.000 millones de dólares, aunque se podrá colocar hasta 3.500 millones una vez que el Gobierno apruebe un proyecto de ley pensado para tal fin.

Morgan Stanley y RBC Capital integrarán el sindicato como coadministradores de la transacción. Se espera que el sindicato crezca para incluir otros jugadores y una parte no muy grande de la emisión se vendería en el mercado local, según personas vinculadas a la transacción.