Petros: “Nuestro principal obstáculo para invertir en el exterior es la regulación”

Pero la tendencia está cambiando y quien hace un año no se planteaba explorar mercados lejanos – Brasil ofrecía inmensas posibilidades como para no arriesgar fuera – ahora, al menos, ya está dispuesto a sacar un pie de sus fronteras. El gesto, sin embargo, no supondrá un gran cambio porque el problema, según los propios fondos, está en la regulación.

“Hay cierto tipo de activos en el exterior en el que vemos una oportunidad. Acercarse a esos mercados es una necesidad de futuro. Ya hemos hablado con diversos gestores internacionales, estamos considerando diferentes tipos de activos, aunque tenemos que estudiarlo más a fondo porque el panorama es enorme”, explicaba Carlos Fernando Costa, director financiero y de inversiones de Petros, uno de los mayores fondo de pensiones del país.

Otros tres ejecutivos de la industria avalaron las palabras de Costa durante el Congreso Brasil Investment Summit que se celebra en São Paulo. Hay voluntad de diversificar y conquistar nuevos mercados pero el riesgo de emprender aventuras financieras en mercados desconocidos y la rígida normativa son escollos determinantes para dar el primer paso.

“Necesitamos que el regulador esté preparado para la necesidad de los fondos de pensiones de invertir fuera”, apuntaba Rogério Brenand Pazzim, gerente de inversiones de la Fundaçao Electrosul de Previdência e Assistência Social, ELOS.

La falta de preparación a la que Brenand se refiere es que un fondo de pensiones de Brasil, tras haber encontrado un socio local, solo puede dedicar hasta un 10% de su patrimonio en inversiones offshore (hasta 2010 solo era un 3%). Pero el fondo brasileño no puede hacerse con la totalidad de un fondo extranjero, ni aun siendo ese 10% capital suficiente. Su participación tiene que limitarse al 25%. Es decir, necesita convencer a otros tres socios brasileños para hacerse con el control de su inversión.

“Resulta muy difícil conseguir cuatro socios para invertir en el exterior. Esa premisa acaba dificultando mucho”, opinaba Roberto Henrique Gremler, consultor senior de Towers Watson. “El regulador sabe que el actual modelo no está bien, pero tampoco sabe cuál es el modelo ideal de un sistema propio de riesgo”.

Apetito fuera, rigidez dentro

“En el caso de Petros no es que estemos evitando invertir en el exterior – los 30.000 millones de dólares del fondo de pensiones de Petrobras no han traspasado las fronteras brasileñas –, tenemos voluntad de hacerlo. Pero el mayor obstáculo puede ser la regulación. No hay una fórmula de inversión ideal en el exterior, hay que encontrar socios lo que es muy difícil. Hace falta un gran estudio para lanzarte al extranjero y una flexibilización del porcentaje que se nos permite invertir”, explicaba Costa.

“Las fundaciones tienen apetito por aplicar fuera. En el extranjero hay empresas de sectores que no existen en Brasil. Con una regulación más flexible, en determinado momento, podemos dar el paso”, añadía Thiago de Resende Andrade, analista de inversiones de ACEPREV, Acesita Previdencia Privada.

La necesidad de una flexibilización de la normativa la reflejó hasta el moderador del debate Otávio Vieira, socio de Fides Asset Management: “La regulación debe sofisticarse y madurar. En algún momento esto se discutirá y tendrá que cambiar. Estamos en un modelo en el que solo los activos brasileños satisfacen a los inversores de fondos de pensiones”.

“El cambio no llegará pronto”, concluye Vieira.