Petróleo, cobre y oro: las materias primas preferidas por EDRAM

En un contexto en el que los activos libres de riesgo ya no ofrecen rentabilidad ante la amenaza inflacionista, las materias primas están inmersas en lo que Raphael Dubois, gestor de los fondos Commosphere y Goldsphere de Edmond de Rothchild AM, considera “una tendencia alcista de largo plazo para sus precios”. Entre sus commodities preferidas, debido a la existencia de una oferta incapaz de dar cobertura a la creciente demanda, están el petróleo, el cobre o el oro, en las que se posiciona a través de la renta variable, donde cree que “se puede ganar más que invirtiendo directamente”. Entre las razones está la importancia de la selección de compañías, el potencial de beneficio a través de fusiones y adquisiciones y el gap que existe actualmente entre el precio de las materias primas físicas y la renta variable; unos fundamentales que el mercado tendría que reconocer.

Con respecto al petróleo, el gestor considera que no sólo sus fundamentales en términos de oferta y demanda juegan a favor (gracias al declive geológico de las reservas y a la creciente demanda de una Asia en pleno proceso estructural de industrialización, independientemente de la reciente desaceleración en China), sino también los últimos acontecimientos en Oriente Medio, pues el riesgo de interrupción de suministro en alguno de los países de la región garantizan que el precio del barril se mantenga por encima de los 100 dólares. “No se pueden predecir los problemas y además la OPEC hará todo lo posible para mantener altos unos precios que puedan garantizar el mantenimiento de su estado del Bienestar”, afirma Dubois.  Así, aunque el gestor no cree “en el pico de producción del crudo porque confía en el espíritu humano para seguir produciendo en distintos lugares”, es consciente de que las dificultades y los costes serán mayores y que el aumento de oferta de algunos países como Brasil o Irak se verá contrarrestado por la disminución en otros.

El oro también cuenta con favorables condiciones de oferta y demanda, pues la oferta minera no crece a buen ritmo mientras la demanda podría incrementarse a un ritmo anual de entre el 1% y el 2%. “Pocos inversores tienen oro en su cartera y recomendamos una media del 5% como fuente de diversificación debido a su baja correlación con otros activos”, afirma. Además, los bancos centrales del mundo desarrollado han dejado de venderlo para mantenerlo como colateral, mientras los de los países emergentes están comprando, como ocurre en México o China, “donde es una alternativa a la compra de deuda estadounidense”.

“No puedes imprimir el oro”, asegura Dubois, en referencia al fuerte endeudamiento de Europa y EEUU que ha llevado a debilitar sus divisas, lo que considera “el recipiente de un desastre”, pues todos los estados que han tomado dicha vía han visto colapsar sus divisas, como Alemania antes de la II Guerra Mundial. El experto señala que, en un contexto de tipos de interés reales negativos, seguirá al alza, y sus previsiones de subidas de tipos por parte de los bancos centrales no llegan a cambiar esta situación, a menos que la inflación suba a niveles preocupantes.

“El precio del oro ha subido a un ritmo anual en la última década del 16%, y ahora creemos que lo hará a entre un 10% y un 15%, manteniéndose por encima de los 1.500 dólares la onza”, asegura el gestor. “El único escenario en el que no puede crecer es en un entorno de fuerte crecimiento y sin inflación, algo muy lejos de la realidad”, apostilla. De ahí que niegue la existencia de una burbuja, si bien considere posible que el apetito por el oro se deba a un síntoma de recesión similar al de 2008, aunque rechaza que haya más Lehman Brothers en el horizonte.

Con respecto a los materiales, el cobre es uno de sus favoritos, pues cuenta con atractivos fundamentales. “Para fabricar coches híbridos en China necesitarán mucho cobre”, indica.

Entre las materias primas con visión negativa está el gas, ya que la oferta aumenta más que la demanda, y reconoce que tras el desastre de Fukushima en Japón vendió sus posiciones en uranio. “A corto plazo, en los próximos 6 a 12 meses, no tendremos posiciones en esta materia prima”, afirma Dubois. Los dos fondos, que gestiona junto a Emmanuel Painchault, ofrecen rentabilidades anuales de entorno al 30% en los últimos años, si bien están viviendo un difícil 2011 y están en negativo en lo que va de año.