Oyster: petroleras y gasistas para afrontar las crisis de Oriente Medio y Japón

Aunque el comienzo del año ha sido complicado para el fondo Oyster European Opportunities ante la fuerte rotación sectorial, 2011 será en general un año positivo en el que, al igual que sucedió el 2010, la mayor parte del alfa se obtendrá del proceso de stock picking. Para afrontarlo, su gestor, Eric Bendahan, apuesta principalmente por sectores cíclicos tardíos, es decir, que resultan más beneficiados en las últimas fases de un ciclo económico; por incrementar las posiciones en Europa Central y del Este, un área que sorprenderá este año; y también, por el sector financiero, especialmente bancos, algunas firmas inmobiliarias y compañías de servicios que no se vean afectadas por la subida de las materias primas. Además, para afrontar las crisis actuales tanto de Oriente Medio como de Japón, apuesta por petroleras y gasistas.

 

Bendahan presenta unas perspectivas económicas marcadas por unos indicadores adelantados positivos tanto en Europa como en EEUU, ante el impulso del gasto empresarial, las exportaciones y unos bajos tipos de interés, mientras los emergentes siguen creciendo con fuerza a pesar de la ralentización. De hecho, cree que, aunque este año será de transición en lo que se refiere a la continuación de la fuerza estructural del aumento del consumo de las clases medias debido al encarecimiento de los precios de los alimentos, cree que a partir de 2012 se mitigarán los problemas. De ahí que gran parte de los valores de su fondo tengan una alta exposición a emergentes (más del 35% de las ventas y del 45% de los beneficios). Con todo, a largo plazo, el gestor dibuja un escenario más complicado para el mundo desarrollado, en el que su alta deuda tendrá un impacto en el crecimiento que estima entre el 0,5% y el 1%. “No volveremos necesariamente a la recesión pero el crecimiento será moderado”, comenta.

En el contexto actual, uno de los principales catalizadores de la rentabilidad de las compañías será el gasto de capital o capex, en un momento en el que éstas han sorprendido con sus beneficios y podrían seguir ofreciendo un beneficio por acción este año del 12%-13% o del 9-10% si el petróleo complica el entorno, teniendo en cuenta las atractivas valoraciones y la ausencia de obstáculos inflacionistas. “En los emergentes todavía no es un problema fuera de control y en el mundo desarrollado tampoco, pues se encuentra por debajo de los niveles históricos”, afirma. Por eso, aunque cree que el BCE empezará a implementar una política de subida de tipos desde abril que consistirá en subir 25 puntos básicos cada trimestre, pasando del 1% al 2% en un año, los tipos aún seguirán bajos y no tendrán impacto en el crecimiento. “Es más una cuestión de mentalidad que de impacto real”, afirma.

Bendahan también niega que la crisis japonesa tenga consecuencias en el PIB mundial o hipotece la recuperación económica más allá de la reducción del 0,3% que podría suponer, contando además con una rápida vuelta a la normalidad. De ahí que, aunque reconozca que compañías que tiene en cartera con exposición al país, como Richmond, pueden sufrir a corto plazo, afirma que a largo se recuperarán, como ocurrió tras el terremoto de Kobe. “Por eso no tiene sentido vender compañías con exposición a Japón”, comenta. Su cartera tampoco se verá excesivamente afectada en aquellas compañías que dependen de proveedores nipones, como automovilísticas, pues ya redujo posiciones en el sector desde el 6% de 2010 hasta el 1,5% actual. “Desde el punto de vista de la renta variable, una consecuencia sí podría ser el aumento de precio de las compañías gasistas”, en la medida en que el gas se convierte en una alternativa a la energía nuclar en un contexto en que muchos países se replantean la decisión de alargar la vida de sus centrales. De ahí el interés por las gasistas rusas dentro de su cartera.

Con respecto a la crisis de Oriente Medio, cree que el problema estaría en el contagio a Arabia Saudí o Irán: si eso no ocurre, el precio del petróleo podría estabilizarse en torno a los 130 euros por barril pero si las tensiones se extienden, cree que un precio mayor podría afectar al crecimiento mundial. De ahí que Bendahan haya reducido exposición a firmas que podrían verse afectadas, como de consumo o transporte, a la vez que vigila con interés las grandes petroleras o firmas de servicios relacionados con el crudo, con British Gas, Vedanta, Anglo American, Arcelor Mittal o Dragon Oil como favoritas.

En este escenario, en el que los flujos también favorecen a la renta variable, pues el 95% de los mismos fue a renta fija en 2009, Bendahan apuesta por firmas de servicios como Adecco, SBM Offsshore, Randstad o Capita, que cuenta con una buena gestión de la liquidez que puede incluso verse favorecida si hay subidas de tipos. También se muestra positivo con algunos valores financieros –excluyendo las aseguradoras- en un entorno en que la reducción de los spreads crediticios y la estabilización de la crisis de la deuda periférica jugarán a favor, como Amiral, Prudential, BNP Paribas, Barclays o en España BME, ante la cautela que impone el proceso de recapitalización de las cajas de ahorro, que obliga a esperar al menos hasta finales de año para entrar en el sector bancario de nuestro país. “Tenemos que seguir siendo humildes y pragmáticos en este sector, ahora sobreponderado”, afirma el gestor. El fondo, que también sobrepondera industriales, aunque sobre todo cíclicas tardías, se muestra además positivo con valores inmobiliarios de Europa Central y del Este, ante el apoyo alemán y los beneficios de la convergencia con la UE.

Sin embargo, ha recortado la exposición en bienes de consumo básico y discrecional desde otoño del año pasado, pues las firmas de alimentación, por ejemplo, pueden ver recortados sus márgenes ante el encarecimiento de las materias primas.

El fondo European Opportunities de Oyster se posiciona principalmente en compañías familiares con estrategias a largo, firmas cuyas acciones y bonos presentan divergencias de valoración y de fuerte crecimiento enmarcadas en un sector maduro gracias a un modelo empresarial diferenciado, tanto en costes, tecnología, orientación a los servicios y base instada. Entre sus principales temas de inversión están las firmas mal gestionadas que han implementado cambios en su equipo, estrategia o estructura accionarial o, en el segmento de pequeña capitalización, empresas con potencial de crecimiento anual superior al 15% y sólidos balances.