OXI o NAI

Nuevo post del blog de María Folqué y Montserrat Formoso de Funds People.

Si de nosotras dependiese (ay, si se nos consultara más) pondríamos una tercera opción en la papeleta griega, la de “pues es que no sé qué decirte”, y con toda humildad, pensamos que arrasaría. No les descubrimos nada si les decimos que esto no tiene fácil arreglo. O sí. Si el príncipe saudí Alwaleed que va a donar 29.000 millones de euros a causas filantrópicas, decidiese llevarse la pasta a un banco griego, pues facilitaría las cosas. Sólo con que lo deje allí quietecito durante una temporada sería de gran ayuda. Y si convence a tres o cuatro primos suyos para que hagan lo mismo, a nosotras nos dan el Nobel de economía y de la paz a la vez por tan brillante idea. Qué ilusión, una a Oslo y otra a Estocolmo, comparando familias reales y los menús de la cena de gala. Nos estamos yendo del tema pero es que nos da mucha pena todo esto. Los políticos deberían grabarse a fuego el lema hipocrático de “primero no herir”, porque en la medida de lo posible su deber debería ser evitar el sufrimiento de sus pueblos. Y de otros.

Vale que los griegos no pagaban impuestos, que sus gobiernos ocultaban deudas bajo la alfombra de los swaps de Goldman y que algún peluquero de la plaza Sintagma se jubiló antes que su colega de la Kurfurstendamm. Pero es que la cosa no funciona. Las proyecciones del FMI andan 20 puntos de PIB desviadas y bajando. Y si el rescate de 2010 fue en realidad un balón de oxígeno para bancos alemanes y franceses, a lo mejor se debería probar con rescatar a los griegos, aunque a Schauble le dé repelús. En el otro lado del ring, Tsipras nos confunde también mucho, porque lo quiere todo todo todo, y Varoufakis puede ser que se quede sin un brazo. O sea, que la tercera opción de la papeleta gana fuerza.

Thorbjorn Jagland, el actual presidente del Consejo de Europa -organismo con un rol similar al de Naciones Unidas en el ámbito continental- ha señalado que la convocatoria del referéndum “está por debajo de los estándares internacionales”, a nuestro parecer en concordancia con el proceso de negociaciones de los últimos meses y años. La razón, señala Jagland, es que ha sido convocado con tiempo insuficiente para una organización y campaña adecuada por ambas partes, ni tampoco ha dado tiempo a que se enviaran observadores internacionales necesarios. En las últimas horas nos están llegando manifiestos y confesiones de intelectuales y políticos a favor del sí o el no, y en las que se debería exigir menos teoría y más “skin in the game”, como diría Nassim Taleb.

A nosotras lo que nos preocupan son varias cosas. Para empezar si está la gente bien informada de lo que va a votar y de lo que realmente implica elegir susto o preferir muerte. También nos preguntamos si puede dormir tranquilo Tsipras con la que le está cayendo. De Varufakis presuponemos que sí, no hay más que verlo en su hábitat de entrevistado y teórico justiciero. Qué arrojo. Y que si tiene que dimitir como ministro dimite, y es que trabajo como conferenciante magistral no le va a faltar.

En fin señores, que la pelota nuevamente en el tejado del BCE. Qué dilema moral el del pobre Draghi si el 20 de julio Grecia no le paga y queda expulsada automáticamente del Sistema de Bancos Centrales y del euro.

Y nosotras, que habíamos pensado despedir hoy la temporada dejándoles lo de Grecia arregladito hasta nueva orden… Pero no ha salido, no ha podido ser. Lo único que podemos hacer es recordarles que hay vida más allá de Atenas. El PMI en Europa del mes de junio ha salido bueno, de hecho, el mejor dato mensual de los últimos 14 meses. Y el mercado laboral en EE.UU. avanza con alegría (223.000 nuevos empleos en junio con la tasa de paro en el 5,3%, el nivel más bajo desde 2008), respaldando la lectura de los posos del café monetario: que el próximo mes de septiembre marcará un nuevo hito en la política monetaria. ¿Volatilidad en los treasuries?, ¿incertidumbre para la bolsa americana? Hemos venido a jugar.

Y para alegría pre vacacional Rajoy adelantará seis meses la rebaja del IRPF. Parece que las urnas no son tan peligrosas, al menos y en el corto plazo, para el bolsillo. Luego vendrá lo de que España es el país con mayor déficit fiscal de la Eurozona después de Grecia, pero eso para otro día que ya es verano.

 

Buena semana