Oro y materias primas agrícolas, las apuestas más claras para una inversión a 10 años

En medio de la crisis de confianza que atraviesan los mercados financieros, algunos inversores se están planteando reconfigurar sus carteras con el objetivo de diseñar una estrategia pensada más en el largo plazo. De hecho, no son pocos los que, dada la volatilidad imperante, se decantan por los depósitos bancarios o, incluso, prefieren mantenerse en liquidez hasta que la situación macroeconómica se clarifique. Sin embargo, algunos expertos se muestran convencidos de que existen alternativas de inversión más interesantes, que en el pasado siempre han dado muy buenos resultados a largo plazo.

 

De acuerdo con lo expuesto en el evento organizado por ETF Securities en Londres bajo el título ‘Activos reales en un mundo incierto’ por diferentes responsables de varias gestoras internacionales, la inversión en oro, materias primas agrícolas y compañías de salud con exposición a Europa presentan actualmente las mejores perspectivas para un horizonte de inversión de 10 años. En el caso de las dos primeras, los motivos de esta positiva visión están muy vinculados a un aumento de la demanda. En el caso del sector sanitario, con el envejecimiento de la población europea.

 

Para Edel Tully, directora de estrategia de metales preciosos de UBS, “a pesar de los elevados precios a los que cotiza el oro en el mercado de materias primas, la demanda sigue siendo relativamente fuerte, sobre todo por parte de China e India”. Del mismo modo, el hecho de que algunos países que hasta ahora contaban con unas reservas muy escasas estén incrementando las compras de oro, como es el caso de México, podría contribuir a seguir impulsando su cotización, asegura esta experta. Según datos del Consejo Mundial del Oro, los bancos centrales compraron el año pasado 450 toneladas de este material.

 

Sin embargo, no serían los únicos factores que, en su opinión, incrementarían el precio del metal. “La aprobación por parte de la Reserva Federal del tercer programa de flexibilización cuantitativa sería un factor muy favorable para su cotización”, asegura la experta de UBS. “Todavía un impacto mayor sobre el oro tendría la puesta en marcha de un Quantitative Easing en Europa”, una posibilidad que, de confirmarse, supondría “un revulsivo explosivo para su precio”. Tal es la confianza de esta experta en su evolución que, según sus estimaciones, el precio de la onza se situará a finales de año en 2.050 dólares.

 

En una línea muy similar se pronuncia Fredrik Nerbrand, director de asignación de activos de HSBC, al asegurar que su firma conserva una posición larga en oro ante la perspectiva de un entorno macroeconómico muy adverso. Pese a ello, Nerbrand afirma que la exposición que mantiene en el metal precioso sólo se vería incrementada de manera significativa en caso de escenario catastrófico, como pudiera ser la entrada en default de alguna economía o un fuerte repunte de la inflación.

 

Esto no significa que la inversión en oro no lleve aparejados riesgos. De hecho, su cotización podría sufrir a corto plazo ante una confirmación de la mejoría de los datos macroeconómicos que se están conociendo últimamente a ambos lados del Atlántico o, incluso, por una posible salida al mercado de volúmenes significativos de este material por parte de países que recurrirían a este extremo para paliar sus elevados niveles de déficit. Por ahora, el inversor sigue viéndose muy atraido por este metal. Sólo el año pasado, los activos globales en ETP sobre oro tocaron máximos históricos al alcanzar los 123.000 millones de dólares, lo que representa un aumento del 19% con respecto al mismo periodo del año anterior. 

 

Otra de las apuestas sería la inversión en materias primas agrícolas. En este punto, Nicholas Higgins, analista de commodities y materias primas agrícolas de Rabobank, considera que, pese a la crisis de confianza que atraviesan los mercados, a largo plazo la tendencia alcista de los productos agrícolas continúa. Según explica, la evolución de los precios de estas commodities está muy correlacionado con el del petróleo e, incluso, con el de las recesiones. “En periodos de caída de la actividad económica, las cotizaciones de estos activos sube”, afirma el experto.

 

A su juicio, los riesgos para este mercado están muy delimitados a nivel regional, entre los que destaca algunos como la posibilidad de enfrentamientos armados en países del África Subsahariana o la imposición de tasas a la exportación por parte de gobiernos como el argentino. Pese a estos contratiempos, Higgins entiende que, con una población mundial que va en aumento, el uso de estos productos como biocombustibles y las necesidades de alimentación animal son factores de peso que contribuirán a incrementar la demanda y, por consiguiente, a encarecer los precios.

 

Más incertidumbre parece haber en el mercado de petróleo donde, según Seth Kleinman, director de estrategia de energía en Citigroup, la cotización del barril seguirá viéndose apoyada por un entorno macroeconómico a nivel global más favorable y una mayor demanda por parte de Rusia, un escenario al que le da una posibilidad del 25%. Por el contrario, un duro aterrizaje de la economía china o la ruptura del euro, algo que ve improbable al otorgarle un porcentaje del 5%, podrían hundir su cotización. “En mi opinión, el crudo se moverá en 2012 entre los 100 y los 120 dólares, si bien riesgos geopolíticos podrían provocar bruscas oscilaciones del precio”, indica Kleinman.

 

Por otro lado, para aquellos que quieran apostar directamente por el mercado de renta variable ante los atractivos precios que, según indica la mayoría de los expertos, cotizan estos activos, Catherine Raw, co-gestora del fondo World Mining Trust de BlackRock, asegura ver también en las compañías de sanidad de Europa una importante oportunidad para un horizonte de inversión de largo plazo. “El envejecimiento de la población hará que un mayor número de ciudadanos se vean obligados a recurrir a los servicios que prestan estas empresas, algo que podría contribuir a impulsar su cotización en bolsa”, afirma.