Nueva crisis de confianza en los mercados emergentes

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My Buffo, Flickr, Creative Commons

Una de las clases de activo que más ha sorprendido en 2016 ha sido mercados emergentes. Tanto la renta variable como la renta fija de mercados emergentes han generado más de un 10% el año pasado (en dólares). Sin embargo, el sentimiento de los inversores hacia los mercados emergentes empezó a empeorar en el cuarto trimestre. Un gráfico presentado por J.P.Morgan AM muestra los flujos totales tanto en renta variable como renta fija de mercados emeregentes. En los últimos tres meses de 2016 han salido 38.400 millones de dólares de carteras de mercados emergentes, la salida en tres meses más fuerte desde 2009.

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“Estas salidas se han visto motivadas por un número de factores que incluye un dólares más fuerte, miedos sobre China y preocupaciones sobre el comercio global. A pesar de estos vientos de cara, los fundamentales económicos han sido sorprendentemente fuertes. El índice Citi Economic Surprise Index de economías de mercados emergentes está en su nivel más alto desde abril de 2011. Por esta razón, en 2017 los mercados emergentes podrían ser menos vulnerables a un dólar fuerte comparado con lo que hemos visto en el pasado”, explican desde la firma americana.

Joanne Irvine, directora de renta variable de mercados emergentes ex Asia en Aberdeen, profundiza en esta cuestión. Según explica, las perspectivas de una recuperación del crecimiento real del PIB durante los próximos años en estos países están mejorando. “El precio de las materias primas se ha estabilizado y con la mayoría de los países o compañías habiendo ajustado sus presupuestos en concordancia. Además, aunque el valor de las divisas cayó un 40% desde mediados de 2011 a enero de 2016, el año pasado se produjo un rebote desde los mínimos de 20 años. Es fácil concluir que gran parte de lo que ha sido percibido como malas noticias ya ha sido descontado”.

Al mismo tiempo, la experta señala que las compañías están gestionando mejor los costes y los gastos de capital, lo que debería apoyar la recuperación de los beneficios y el regreso a la renta variable. “El gasto de capital de los mercados emergentes se incrementó un 9,5% anual entre 2007 y 2013, pero ha caído desde entonces y esto debería continuar en 2017. Este año el crecimiento de los mercados emergentes debería recuperarse ligeramente. Esto, junto con las mejoras en los beneficios y el regreso a la renta variable guiados por un mejor control de costes, gastos de capital más bajos y recompra de acciones, debería venir bien a las compañías de los mercados emergentes”, apunta.

Sin embargo, los inversores de mercados emergentes deberán diferenciar con cuidado en 2017, ya que también hay aspectos negativos por venir. “El crecimiento global estable, apoyado por signos de mejora en Estados Unidos, sería algo bueno para los mercados emergentes en general. Sin embargo, los mayores rendimientos de los bonos del Tesoro y un dólar más fuerte a consecuencia de cambios en la política fiscal de Estados Unidos, podría generar sentimientos negativos hacia estos mercados”, afirma Elisabeth Colleran, gestora en Loomis Sayles, filial de Natixis Global AM.

Para Claudia Calich, gestora del M&G Emerging Markets Bond, la parte positiva es que las valoraciones de las divisas brindan una cierta protección frente a la apreciación del dólar. “La mayoría de divisas presenta unas valoraciones que oscilan de razonables a ligeramente infravaloradas, lo que brinda protección frente a un contexto de apreciación del dólar impulsado por la subida de tipos en Estados Unidos. El aumento del precio del petróleo reduce parte de la presión sobre las divisas de los países del Consejo de Cooperación del Golfo vinculadas al dólar, y esto permitirá que la región siga financiándose con tipos más favorables en los mercados internacionales, dado que la reducción de los diferenciales se ve compensada, en parte, con el aumento de los rendimientos en EE.UU”.

A su juicio, el gran problema que está pasando inadvertido es el yuan chino, que sigue siendo vulnerable a las salidas de capitales y a los acontecimientos negativos que podrían producirse si el próximo Gobierno de EE.UU. implantara políticas comerciales poco favorables y/o declarara que el Gigante Asiático manipula el mercado de divisas. “Si bien mi hipótesis de base no tiene en cuenta la fluctuación de la divisa en 2017, sigue siendo un riesgo extremo ante el que tendremos que estar alerta”, señala la experta de M&G Investments.

¿Y qué pasa con la renta fija emergente?

En un entorno en el que mercados desarrollados viren hacia políticas monetarias más restrictivas, se embarquen en expansiones presupuestarias, presenten políticas más populistas y, quizá, adopten medidas proteccionistas, la deuda de mercados emergentes se enfrenta a un 2017 lleno de desafíos. Según Pablo Goldberg, gestor de carteras y responsable de estrategia sénior para el equipo de deuda emergente de BlackRock y Sergio Trigo Paz, responsable del equipo de renta fija emergente del grupo de gestión de carteras de la entidad, un endurecimiento de las políticas monetarias de los mercados desarrollados afectará a la renta fija de manera generalizada. “Aún así, creemos que la deuda de mercados emergentes se encuentra en una sólida posición de cara a 2017 tras la revalorización ocurrida después de las elecciones presidenciales estadounidenses”, aseveran.

“La deuda de los mercados emergentes se verá apuntalada por unas balanzas comerciales más saneadas y un firme repunte cíclico del crecimiento: el posible gasto en infraestructuras por parte de los mercados desarrollados favorecerá a los productores de materias primas de mayor rendimiento, mientras que el proteccionismo comercial podría hacer mella en los países productores de menor rendimiento. Esperamos que se reanude la notable migración de capital de los tipos negativos de los mercados desarrollados hacia la deuda emergente una vez que disminuya la incertidumbre política en EE.UU., dado que los rendimientos de la renta fija a escala mundial se mantienen en niveles reducidos en comparación con los requeridos por los planes de pensiones”, concluyen.