El Nordea 1 Global Climate and Environment Fund busca compañías globales que estén creando soluciones climáticas para generar una sociedad sostenible y eficiente. El proceso de inversión es bottom-up, con una aproximación temática, diseñada para hacer frente a los retos ESG a los que se enfrenta la sociedad. El universo de inversión se clasifica en tres cestas: eficiencia de recursos, protección del medioambiente y energía alternativa. El resultado final es una cartera con sesgo hacia sectores como el industrial, tecnologías de la información, consumo y materiales y una menor exposición al de salud, financieros, energía y telecomunicaciones.
El fondo de Nordea, gestionado por Henning Padberg y Thomas Sørensen, cuenta con el Sello Funds People 2019 por su calificación de Blockbuster.
En esencia, es un fondo que invierte en compañías que ofrecen soluciones para los retos climáticos y de medioambiente. El proceso de generación de ideas se centra en encontrar compañías que deriven una parte significativa de su flujo de caja futuro de su exposición a la megatendencia de clima y medioambiente. Al menos un 20% de sus beneficios deben proceder de ella. Es un nivel relativamente bajo, reconocen los gestores, pero se explica porque quieren estar expuestos a compañías que están transformando sus negocios para enfocarse más en soluciones climáticas. Dicho esto, el grueso de la cartera estará en valores con un 50% de los beneficios derivados de la megatendencia.
El objetivo de inversión es explotar lo que los gestores denominan brecha de expectativas, cuando el mercado subestima el crecimiento futuro que generan las oportunidades de clima. Valorar incorrectamente el impacto estructural de la regulación, subestimar el cambio tecnológico como un riesgo u oportunidad para una empresa, no incorporar los aspectos ESG/de sostenibilidad en el análisis de inversión y ver una consecuente disminución de los rendimientos del capital demasiado rápido, etc..
Frente a la tendencia de la industria hacia estrategias de exclusión o de screening, desde Nordea defienden que la selección positiva ESG o las estrategias de impacto tienen una influencia más directa en factores medioambientales o de sostenibilidad. “Creemos firmemente que invertir en compañías que usan tecnología e innovación para ahorrar recursos y mejorar la eficiencia tiene sentido económico”, argumentan.
