Nordea 1 – Emerging Consumer Fund: un producto para sacar partido al consumo emergente

Kamil Molendys, Unsplash

Según el Banco Mundial, el 16,1% de la población pertenecerá a la clase media global en 2030, frente al 7,6% actual. La gran parte de este crecimiento se concentra en los países en vías de desarrollo, especialmente en Asia y Latinoamérica, donde entre 70 y 80 millones de personas se incorporan a las clases medias cada año. Y es un flujo imparable. A ese mercado masivo de potenciales consumidores que viven en las ciudades de los países emergentes se ha lanzado Nordea, a través de su fondo Nordea 1 – Emerging Consumer Fund, que invierte en las compañías globales y domésticas mejor posicionadas para beneficiarse de esta tendencia.

Según el Banco Mundial, el 16,1% de la población pertenecerá a la clase media global en 2030, frente al 7,6% actual. La gran parte de este crecimiento se concentra en los países en vías de desarrollo, especialmente en Asia y Latinoamérica, donde entre 70 y 80 millones de personas se incorporan a las clases medias cada año. Y es un flujo imparable. A ese mercado masivo de potenciales consumidores que viven en las ciudades de los países emergentes se ha lanzado Nordea, a través de su fondo Nordea 1 – Emerging Consumer Fund, que invierte en las compañías globales y domésticas mejor posicionadas para beneficiarse de esta tendencia.

Los inversores lo avalan gracias a su comportamiento. Estrenado en noviembre de 2008 y domiciliado en Luxemburgo, ofreció una rentabilidad del 44.7% en 2009, y del 36.2% desde la fecha de lanzamiento hasta finales de febrero de 2010, frente al 13,5% de retorno del MSCI World. De ahí que su patrimonio se haya triplicado en los últimos meses, pasando de 22 millones de euros a finales de 2009 a 64 millones, gracias principalmente a las nuevas aportaciones de clientes europeos, interesados en este producto de global equity posicionado para captar el crecimiento que ofrece el consumo en los países desarrollados pero menos volátil que un fondo puramente de acciones emergentes. “Es una forma más defensiva de invertir en la región”, aseguran desde Nordea.

En su portfolio figuran tanto firmas de países desarrollados, como Nestlé o Coca-Cola (que capta el 35% del mercado de bebidas carbonatadas en China, a través de su marca de bebidas sin gas Tianyudi), como de países emergentes. Entre ellos, el fabricante de bienes deportivos chino Li Ning, uno de los valores que más contribuyeron a su saldo positivo el año pasado, junto a las firmas chinas Lilang, Mengniu Dairy o Resources Enterprise. Otras compañías, como el banco británico HSBC, también apuestan por ganar exposición a estos mercados. En el caso de compañías estadounidenses y europeas, se valora su exposición al negocio emergente en sectores como bebidas, bancos, aseguradoras, telecomunicaciones y cementeras.

El fondo distingue entre cuatro tipos de consumidores con diferentes niveles y demandas: los nuevos consumidores urbanos (1.500 millones de habitantes), llegados de las zonas rurales y con especial apetito por alimentación y bebida, así como productos sanitarios; los nuevos consumidores urbanos desarrollados (500 millones), con interés en consumo electrónico y productos de higiene y belleza; los consumidores urbanos ya maduros (300 millones), que empiezan a satisfacer necesidades de ocio y viajes, educación y seguridad; y por último, los consumidores de lujo (50 millones), interesados en productos caros y exclusivos. El fondo se gestiona además siguiendo los requisitos marcados por la ONU sobre inversión socialmente responsable.