No sin mi "leather" Historias de tu segunda piel

Pocos materiales (o ninguno) resultan más camaleónicos que el "leather". Si alguien nos hablara de un mercado en el que se trabaja el cuero, podríamos pensar en maestros artesanos y modos de vida primigenios. Sin embargo, el cuero es también uno de los tesoros más preciados de la urbe, los animales más cosmopolitas y el streetstyle en general. Y a su vez, en el seno de la metrópoli, es capaz de ser uno de los tejidos más polifacéticos. Siempre a punto para las mutaciones entre las tribus urbanas más diversas. No es lo mismo el cuero con plumas que con cadenas o tachuelas.

 

Tributo terrenal y significativo le han rendido punks, góticos, rockeros y moteros. Pero no podemos olvidar, que también lo han hecho los amantes del chic parisino y los devotos del lujo británico. En esta última línea, podrían encuadrarse los guantes de cuero negro y reflejos gold de Roger Vivier ¿El resultado? una pieza fetisch, de elegancia tenebrosa y aterida dureza.

 

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Para los neófitos, el cuero comedido siempre es la mejor opción. Como cada temporada, este año tenemos la oportunidad de escoger entre una rica variedad de cazadoras que, sin llegar a ser “chupas”, nos permiten iniciarnos en la “leather religión” con sutileza. La posibilidad de combinarlas con las gamberras botas bikker siempre está ahí. El efecto será, eso sí, mucho más underground y temerario.

 

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La confrontación traumática de estilismos a la que se han entregado muchas celebrities es un fenómeno a tener en cuenta. Me refiero a los ejercicios de outfits imposibles como el que supone combinar las bikker con vestidos floreados, campestres e incluso románticos.

 

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Pero además de ser capaces de darle un toque canalla al más ideal de los estilismos, las bikker son botas de muchas horas de vuelo (y, claro está, de carretera) Su punta redonda y tacón razonable, las convierten en una prenda manejable y grata Su aire canalla lo exalta en ocasiones sus generosas hebillas y sus geométricas tachuelas. Otra opción para los más juiciosos, es empezar por los complementos o prendas menos protagonistas. Esto es posible porque el cuero es tendencia. Y como tal, ha dejado de ser un material exclusivo para chaquetas y ha pasado a confeccionar todo lo imaginable. Tops, faldas, vestidos y bolsos entre otros. Si, por el contrario, no te encuentras en este grupo de “cuero sí pero en pequeñas dosis”, puedes atreverte con su vertiente más provocadora y los arneses de la diseñadora Zana Bayne

 

Alexander McQueen ha sabido captar este atractivo fracturado y se ha inclinado este año por las modelos frágiles a las que el cuero reafirma y solidifica. Los holandeses Victor & Rolf también han cubierto a sus musas de cuero, optando por un  look mucho más barroco de maquillaje pomposo. Si eres más fan del refinamiento francés que de la dura vida en carretera, los botines son la alternativa ideal para que el outfit de dominatriz no pierda de vista su feminidad. Y para casi todos los públicos: los brazaletes de tamaño hiperbólico en cuero y oro.