Pese a la negativa percepción generalizada que existe en el sector, 2018 está siendo un buen año para la industria europea de gestión de activos. Es cierto que las entradas de dinero no están mostrando la misma fuerza que el año pasado, pero hay que recordar que 2017 fue un año récord. “No todos los años la industria va a experimentar niveles de entradas históricas”, afirma Detlef Glow, responsable de Análisis de Lipper para EMEA en la 17th European Fund Distribution Landscape Seminar organizado por Accelerando Associates, que por primera vez la consultora ha celebrado en Madrid. Los datos muestran una realidad que revela una fotografía positiva para el sector, pero también una verdad incómoda.
La buena noticia es que, aunque todo apunta a que 2018 será el peor año para la industria a nivel de ventas netas desde 2011, el ejercicio podría cerrar en positivo. Lo que está sucediendo este año es que algunas categorías están captando dinero, mientras que de otras se está yendo. La suma de las entradas y las salidas es lo que da ese resultado prácticamente plano en lo que va de año. En el lado positivo están los fondos mixtos y de renta variable, con captaciones de 35.000 y 25.000 millones, respectivamente. En el negativo los reembolsos de más de 40.000 millones en los monetarios y de más de 30.000 millones en los fondos de renta fija. De cerrar el ejercicio en estos niveles, sería el año que más salidas de dinero se habrían producido en Europa en renta fija desde 2008.
Eso no significa, sin embargo, que los inversores europeos estén en modo crisis. “A mi modo de ver, esto no es así. Lo único que pasa es que a la industria de gestión activa le ha salido un poderoso competidor”, asegura Glow. A su juicio, lo que estamos viendo es lo mismo que sucedió en 2008 y 2011 a menor escala, cuando se produjo una traslación de dinero de los fondos de gestión activa a ETF.
Y aquí es donde aparece una verdad un tanto incómoda para el sector. A excepción de los fondos mixtos y los productos de materias primas o real estate, donde las entradas se están canalizando a través de fondos de gestión activa, en renta variable y renta fija el dinero que está captando este año el sector lo está haciendo a través de vehículos de gestión pasiva, productos que generan unos menores ingresos y que, además, sólo beneficia a un grupo muy reducido de proveedores de ETF.
Teniendo en cuenta que el 87% de los activos que atesora la industria de fondos europea está en productos de gestión activa y que sólo el 13% se concentra en ETF y vehículos indexados, los datos para la gestión activa están lejos de ser alarmantes. De hecho, en 2015 el porcentaje que ocupaban los productos de gestión pasiva sobre el total era mucho mayor, del orden del 19%. Sin embargo, la tendencia invita a reflexionar. Haciendo el desglose de las cifras, se observa cómo en renta variable los ETF están registrando fuertes entradas de dinero, mientras que de los fondos activos está saliendo. “Tras el decepcionante comportamiento de muchos fondos de renta variable, se está produciendo un gran cambio de posicionamiento de productos de gestión activa a estrategias pasivas”, apunta Glow.
Las categorías que se están viendo más afectadas por este fenómeno son dos. Por un lado está la renta variable americana, donde es cierto que la inmensa mayoría de las captaciones las absorben los ETF, si bien los fondos de gestión activa también están recibiendo dinero, aunque de manera mucho más modesta. Por el otro la renta variable europea, de donde este año está saliendo mucho dinero en fondos de gestión activa y entrando de forma significativa en ETF. En renta variable global -la categoría más vendida en Europa este año- la balanza es más favorable a la gestión activa que a la pasiva. En lo que respecta a los flujos hacia el mercado de bonos, los datos son realmente sorprendentes.
Los fondos de gestión activa de renta fija sufren este año salidas de dinero por valor de 40.000 millones de euros (principalmente los de high yield americano, renta fija corporativa europea y high yield global), mientras que los ETF captan casi 10.000 millones. Glow reconoce que este fenómeno es difícil de explicar. “En un entorno de subida de tipos es previsible esperar nuevas salidas en los fondos de gestión activa de renta fija. Lo que se hace más complicado justificar es por qué está entrando dinero en los ETF si estos productos se ven igualmente expuestos al riesgo que supone que los bancos centrales endurezcan su política monetaria. En mi opinión, creo que esto es simplemente una búsqueda por parte del inversor de transparencia y liquidez”, asevera el experto.
Haciendo el análisis por entidades, la gran diferencia este año con respecto al anterior es que la mayoría de las gestoras del top 10 con mayores captaciones no comercializan ETF. En 2017 este ranking estaba copado por proveedores de fondos cotizados. “Las firmas que están posicionadas en el lugar correcto con sus fondos activos están registrando flujos de entrada muy fuertes. Es el caso de Aviva, Natixis IM o Allianz Global Investors”, explica Glow. En lo que respecta a las entidades con gamas activas y pasivas, destacan BlackRock (dos terceras partes de las entradas que se anota este año en Europa son a través de ETF), UBS AM (un tercio de los flujos se canalizan a través de fondos cotizados) y Vanguard (capta 5.000 millones con sus fondos indexados y otros 3.500 millones con sus ETF).