Con todo lo que se habla en estos últimos meses sobre la recesión mundial, la guerra comercial, el Brexit, etc. el sentimiento inversor no ha quedado tan tocado como para alejarle por completo de los fondos de inversión. De hecho, el patrimonio en vehículos UCITS y AIF ha marcado un nuevo máximo histórico: 16,5 billones de euros. Con todo, no está siendo un mal año para la venta de fondos. Según los últimos datos de EFAMA, en el segundo trimestre las ventas netas de UCITS ascendieron a 41.000 millones. Esto se suma a los 51.000 millones del primer trimestre.
Es una cifra positiva en su conjunto, pero comparado con 2018 es la mitad de lo que se había captado en los mismos seis meses. Esto se debe a las fuertes entradas de dinero en el primer trimestre de 2018, cuando las ventas netas ascendieron a los 170.000 millones. Hay que recordar que los siguientes meses del año pasado fueron muy negativos en cuanto a ventas. En el último trimestre incluso llegó a haber salidas netas de 71.000 millones de euros.
En este segundo trimestre los inversores siguieron cayendo en el error del arranque de año. Esto es, que mientras las bolsas han seguido subiendo, las salidas netas se han extendido en los fondos de renta variable. En su lugar, el dinero ha optado por fluir hacia los fondos de renta fija. Pero como las entradas a vehículos de bonos en 2019 (157.000 millones) ha superado el de las salidas en los de bolsa (-60.000 millones), el cómputo total es positivo.
El giro de 180 grados en la demanda de los inversores es un espejo del cambio de tono en la política monetaria a nivel global. En 2018, cuando la Reserva Federal aún hablaba de subir tipos, los fondos de bolsa encadenaron tres trimestres de entradas. Los de bonos, en cambio, veían tímidas salidas. El último trimestre del año pasado fue nefasto para los cuatro grandes grupos de fondos, pero los de bolsa son los únicos que siguen acumulando salidas netas desde entonces.