De un mercado marcado por las expectativas de recuperación macroeconómica se ha pasado a un escenario en el que mandarán las empresas capaces de ofrecer resultados operativos sostenidos. Esa es, al menos, la conclusión a la que llega el equipo de renta variable europea de Invesco con sede en Henley.
En tiempos de incertidumbre como el actual, con una volatilidad elevada, los resultados de la renta variable vienen determinados por la capacidad de acertar en las apuestas sectoriales. En su opinión, durante este año los ganadores serán las empresas capaces de aumentar sus beneficios de forma sostenida.
Para descubrir estas empresas, habrá que centrarse en la selección de valores. En su opinión, nos encontramos en un momento en que la renta variable europea no es el activo favorito. En el tercer trimestre de 2009, sólo el 6,4% de los activos de las instituciones de la zona euro estaban invertidos en renta variable, el nivel mínimo de la última década.
En esta situación, los inversores que apuesten por este activo se pueden beneficiar de una reversión a la media en este sentimiento. Es decir, debería producirse un aumento de las inversiones en acciones europeas para volver al nivel medio de la última década, que se encuentra casi en el doble. Eso sí, habrá que tener presente que una vez que se ha superado la primera fase de la recuperación, habrá que demostrar la capacidad de las compañías para generar resultados sostenibles.