No descarte la deuda de mercados emergentes

buchet
Foto cedida

A la luz de la progresiva reducción de liquidez en la economía global y del aumento de los riesgos específicos de determinados países o sectores, se ha vuelto complicado pronosticar una clara dirección para los mercados de renta fija emergente como conjunto. No obstante, pensamos que el actual entorno de mercado se presta para estrategias de inversión centradas en instrumentos de renta fija de corta duración de mercados emergentes.

Entre mayo y septiembre del año pasado los mercados de deuda emergente sufrieron el peor período de volatilidad desde la crisis de 2008. Creemos que el cambio desde condiciones monetarias de urgencia a condiciones monetarias normales provocará períodos de baja rentabilidad en la mayoría del universo de renta fija. Sin embargo, no se producirá toda al mismo tiempo y en nuestra opinión habrá momentos en los cuales las valoraciones serán atractivas otra vez –como es probable que esté ocurriendo ahora mismo con la deuda emergente.

A medida de que la Reserva Federal norteamericana abandona su estrategia de inyección de liquidez, el riesgo de subida de tipos de interés aparece en el horizonte, introduciendo potencialmente más volatilidad en el mercado. Pensamos que los inversores que quieran beneficiarse de las perspectivas de crecimiento a largo plazo y de los atractivos rendimientos de los mercados de deuda emergentes, pero que son precavidos con la volatilidad, podrían encontrar interesante un enfoque de inversión de corta duración. Respaldado por un exhaustivo proceso de  análisis para identificar riesgos específicos de determinados países o sectores, este enfoque ofrece numerosas ventajas, entre ellas: menor sensibilidad a los cambios en los tipos de interés, retornos de renta regulares, volatilidad más baja y beneficios de diversificación.

Asimismo, consideramos que la renta fija de mercados emergentes ofrece retornos a largo plazo y el mejor potencial de rendimientos de capital a través de un enfoque de retorno total. Al adoptar un enfoque activo y basado en convicciones, podemos aprovechar oportunidades atractivas de rendimiento y de volatilidad más baja sobre todo en el segmento de corta duración del crédito de mercados emergentes.

En nuestra opinión, las valoraciones de la deuda emergente siguen siendo atractivas y, de media, los fundamentales corporativos han mejorado. Lo fundamental este año será centrarse en las oportunidades de alfa en términos de diferenciación entre países y sectores. Por tanto, favorecemos los sectores de prospección petrolífera, telecomunicaciones e inmobiliario y pensamos que el carry será probablemente el principal motor de los retornos en el primer trimestre. Nos centramos sobre todo en las emisiones en divisas extranjeras, que tienden a ser menos volátiles que la deuda en divisa local, que implica riesgos adicionales como la exposición a potencialmente mayores fluctuaciones en las divisas, a tipos de interés nacionales y a controles de capital.