“Ninguna clase de activo se va a poder escapar del ajuste que nos espera”

sen_CC_83al
Steve Snodgrass, Flickr, Creative Commons

En los primeros cinco meses del año, hasta el 21 de mayo, el MSCI World Index ganó un 13,6% medido en dólares. Desde entonces, y tras las declaraciones de Ben Bernanke, la renta variable mundial se dejó casi un 8% para después recuperar casi la mitad. “Esta brusca corrección y el fuerte repunte de la volatilidad nos recuerda que todos los mercados son sensibles a los cambios de política de los bancos centrales y que éstos no pueden controlar totalmente el impacto de la normalización de los tipos de cambio, un proceso al que tendrán que someterse las principales economías mundiales en los próximos tres o cuatro años”, afirman en Invesco.

Según explica John Greenwood, economista jefe en su último informe de perspectivas correspondiente al tercer trimestre, tras la traumática crisis de 2008-2009, los hogares estadounidenses empiezan a ver una recuperación de sus niveles de patrimonio y renta, las empresas no financiera generan beneficios y pueden financiarse a bajo coste en los mercados financieros, e incluso el sector financiero estadounidense está volviendo al fin a la senda del crecimiento y la rentabilidad, aunque con niveles de apalancamiento más bajos (y más seguros).

La siguiente fase consistirá en que los bancos centrales reduzcan gradualmente sus inyecciones de liquidez y vayan aumentando lenta y progresivamente los tipos de interés, siempre y cuando las economías están lo suficientemente fuertes para que las subidas de tipos no estrangulen el crecimiento. “Estos procesos de normalización de tipos se han saldado con resultados mixtos en ocasiones anteriores, desde la dura crisis de 1994-95 hasta la más manejable de 2004-06.

Para Greenwood, esta vez, el éxito dependerá en gran medida del grado de saneamiento de los balances, la fortaleza de la recuperación y el alcance de las posiciones apalancadas en los mercados financieros en base a las expectativas generadas por los bancos centrales. “Dado que todo el espectro de activos invertibles, desde bonos gubernamentales a acciones, materias primas y propiedades inmobiliarias, tanto de mercados desarrollados como emergentes, se verán afectados por los movimientos de los tipos de interés de Estados Unidos, no parece que ninguna clase de activo pueda escaparse del ajuste que nos espera”.