Nace una EAFI que busca el nicho de negocio de asesoramiento en Internet

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Imagen cedida

Ya hay 115 EAFI registradas en la CNMV actualmente, aunque son 109 las que están operativas. La última en registrarse ha sido Bull4all Advisors EAFI, un proyecto de Diego González, que entendió la necesidad de ofrecer un servicio de asesoramiento independiente aprovechando su experiencia en el mundo de la gestión (fue gestor de fondos de renta variable y más tarde gestor patrimonial en entidades como Caja Ingenieros de Caminos y Gescooperativo) y las potenciales oportunidades que brinda internet en el sector financiero.

Un proyecto que se ha materializado en una empresa de asesoramiento financiero centrada en ofrecer carteras de fondos con un esquema de arquitectura abierta. Un servicio que González también tilda de abierto a nivel de clientes, pues está dirigido a ahorradores “de todos los segmentos”. “Tratamos de dar un producto financiero de calidad a un segmento lo más amplio posible”, explica.

Para llegar a todos, y también a los minoristas –que aumentaron su patrimonio asesorado por las EAFI en 2012 frente a la caída del cliente profesional, según los últimos datos de la CNMV–, compagina una oferta basada en el trato directo con otra herramienta online que permite acceder a carteras modelo de fondos. “Permite introducir dinero virtual e ir analizando la evolución de la cartera antes de decidirse a firmar un contrato”, explica González. La idea es ofrecer un servicio segmentado: alrededor de cinco carteras modelo para el cliente particular que contrate vía web y un servicio más personalizado para los de mayores patrimonios, e incluso más allá de los fondos si quieren invertir de forma directa en mercados o activos específicos.

Así, y aunque la base del negocio es tradicional, el socio de Bull4all Advisors EAFI también valora el crecimiento vía online, muy útil cuando se carece de una red comercial o canal de venta. Y cree que hay nicho de negocio en España. Lejos de sucumbir a las críticas sobre dicha alternativa, González entiende sus desventajas. “Es cierto que se pierde cercanía con el cliente y que no es para todos los inversores, pero hace viable la oferta a los segmentos más pequeños y masivos –con un patrimonio de entre 5.000 y 50.000 euros– y un mejor servicio que el que le ofrece la banca comercial en términos de producto, un servicio a la altura de la banca privada aunque simplemente menos personalizado”, explica.

Una figura con futuro

González cree que las EAFI tendrán un crecimiento moderado en los próximos años. “El cliente español entiende ahora qué es la independencia en cuanto a servicio se refiere", indica. Debido a los problemas que han tenido los inversores en la historia reciente, cree que éstos han aumentado la cautela y cada vez están más dispuestos a pagar por el asesoramiento, gracias a la independencia y a la ventaja a nivel de prescripción de producto frente a la oferta tradicional.

“El escenario de concentración bancaria, junto con la mala percepción de ahorrador en lo que a nivel de prescripción de producto se refiere, favorecen esta industria”, explica. El reto es, a su parecer, cómo comunicar al cliente que ha de pagar por el servicio, y la forma en la que se le va a cobrar. “Si llegan a prohibirse las retrocesiones será más complicado, pero no por ello desaparece la ventaja de una EAFI, que siempre podrá ofrecer un esquema de arquitectura abierta frente a otras entidades que lo que realmente ofrecen es una arquitectura guiada y que se acaba traduciendo en menor rentabilidad para el ahorrador".

Impulso comercial

González, International MBA por el Instituto de Empresa y licenciado en ADE, tiene la visión empresarial de la EAFI. Complementa el negocio en la parte técnológica con Guillem Mateos, ingeniero de Telecomunicaciones. En la actual, está reforzando la parte comercial y no descarta tener más socios en el futuro.

“Una EAFI es, al final, un negocio y tienes que vender unos productos que no se venden solos. Un socio puede ser un complemento clave a la parte de gestión. Empezar con una cartera inicial de clientes es una base que debe ser complementada con una estrategia de crecimiento bien definida”, apostilla.