Nace la primera asociación de EAFI

Las EAFI dieron sus primeros pasos en enero del año pasado, por lo que aún les queda un largo camino hasta consolidar el modelo de asesoramiento financiero independiente en el mercado español. Para contribuir a este objetivo, hoy se ha constituido la primera asociación de EAFI, en la que participan como miembros 19 de las 23 entidades que hay actualmente con esta acreditación, aunque la idea es incorporar a todas las entidades registradas.

Esta asociación sin ánimo de lucro estará presidida por Javier Kessler, responsable de KAFondos, mientras que la vicepresidencia correrá a cargo de Sara Pérez-Frutos, directora general de Dracon Partners. El resto de la junta directiva, que tendrá un año de vigencia, estará integrada por los responsables de otras siete EAFI: Abante Consejeros Financieros Independientes, Afinet Global, Diverinvest, Lamothe & Zunzunegui, Quantica, Valor Óptimo y Wealth Solutions. “Son las que están, pero no están todas las que son. Por tanto, está previsto realizar juntas abiertas, para que puedan participar todos los asociados”, comenta Kessler.

“Entre los principales objetivos de la asociación está la representación de los intereses de las EAFI, la coordinación entre ellas y el fomento de la cooperación con entidades públicas y privadas, tanto nacionales como extranjeras, en beneficio de las EAFI”, aclara Kessler. En este sentido, la asociación tiene previsto reunirse la próxima semana con CNMV para presentar sus objetivos como asociación. “Estamos en plena sintonía con CNMV, que está marcando el desarrollo de las EAFI y apoyando nuestra labor”, dice Kessler.

 

Otro de los objetivos en el corto plazo es coordinarse con otras asociaciones internacionales. “Vamos con retraso respecto al sector de asesoramiento financiero independiente en Reino Unido y Alemania, de modo que todo lo que podamos apalancarnos en sus asociaciones, redundará en nuestro beneficio”, comenta Sara Pérez-Frutos.

 

Según aclara Kessler, la función de una EAFI es perfectamente complementaria a la actividad del sector bancario. “No competimos con nadie. Nosotros analizamos las necesidades del inversor final, evaluamos su situación y recomendamos qué es lo mejor que puede hacer en función de sus objetivos y perfil de riesgo, desde la reestructuración de una compañía, hasta al asesoramiento profesional a un ahorrador. Las entidades, en cambio, son especialistas en materias distintas a las nuestras. La ejecución recae en ellos y nosotros necesitamos que esta función se cumpla correctamente”, explica. “Si algún enemigo tenemos, es el que desarrolla esta función de asesoramiento sin la acreditación y la formación adecuada”, apunta Pérez-Frutos.

 

La asociación también se enfrenta al reto de convencer a los ahorradores de que el asesoramiento financiero es un servicio de valor añadido y que, por tanto, requiere unos honorarios. “Cuesta pagar porque hay asimetría en la información. La gente en realidad ya estaba pagando. Los que somos conocedores de las operaciones y los entresijos del mercado somos conscientes de todo lo que va al pago de intermediarios y esto también hay que transmitírselo al cliente”, comenta Kessler.

 

La asociación también tiene previsto lanzar una web con el objetivo de que sea una referencia informativa para los inversores, que podrán participar exponiendo sus dudas.