N+1 redirige su estrategia hacia el mercado internacional

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Cedido por N+1

El grupo N+1 está replanteando toda su estrategia. En los últimos meses, ha llegado a numerosos acuerdos con entidades internacionales y en España ha acordado la fusión de su sociedad de capital riesgo con Mercapital. Todo ello con vistas a orientar su negocio hacia un espectro mucho más internacional, hacia valores "escalables e internacionalizables" porque "en España poco más valor añadido podemos aportar" y porque el país es en este momento "pobre en capital", asegura su presidente, Santiago Eguidazu. 

En su estrategia, existen en este momento dos operaciones especialmente ambiciosas. Por un lado, quieren convertir al grupo en "el banco de inversión europeo especialista en empresas de pequeña y mediana capitalización". De momento, ocupan la sexta posición del continente por número de operaciones de fusión y compra (M&A) y reestructuración de deuda intermediadas para empresas de un tamaño menor a 500 millones de euros, según un ranking elaborado por la compañía con datos de Thomson Reuters. 

El grupo español realizó en 2011 y la primera mitad de 2012 un total de 85 operaciones, por detrás de grandes grupos como KPMG, Rothschild, PWC, BDO y Lazard, lo que le otorga una cuota de mercado en Europa del 0,8%. En todo caso, Eguidazu destaca que su gran objetivo es acercarse a Rothschild y Lazard porque el resto son grandes auditoras. Para este reto, cuentan con 190 profesionales en ocho países europeos y una historia de 600 operaciones cerradas en diez años y 10.300 millones de euros levantados para productos e instituciones. 

Fondo de 500 millones en Latinoamérica

Su otro gran reto es la expansión latinoamericana. Acaban de abrir oficina en Sao Paulo y próximamente hará lo propio en Bogotá y México. Mientras logran la experiencia suficiente como para poder invertir en compañías puramente de la región, el grupo tiene previsto crear un fondo (para el que esperan captar entre 500 y 750 millones de euros) que invertirá en empresas españolas con especial presencia en Latinoamérica o con deseo de tenerla. Se pondrá en marcha una vez hayan realizado todas las inversiones de su fondo actual, algo que no debería prolongarse más allá de principios de año, que es cuando tienen prevista la fusión de los equipos con Mercapital.

Eguidazu explicó en rueda de prensa que la integración de ambas compañías ha sido una cuestión de oportunidad pero también de necesidad porque en el mercado español existe un exceso de capacidad y lo lógico es que los dos líderes iniciaran la reestructuración del sector. "En el futuro será sumamente difícil levantar fondos", aseguró el presidente, que añadió: "Los jugadores tendrán que agruparse o desaparecer", en línea con lo reflejado sobre el futuro del sector en un reportaje que se publica este mes en la revista Funds People

N+1 tendrá el 56% de esa nueva sociedad de capital riesgo y el resto estará en manos de los directivos de ambas compañías. A cambio de elevar la participación de este grupo en la compañía resultante, los propietarios de Mercapital tendrán también el 3% del grupo N+1.

El holding tiene 4.978 millones en activos bajo gestión, de los que un 36% corresponden a capital riesgo; un 26%, a inmobiliario; un 23%, a energía, un 12%, a carteras financieras, y un 3% a productos QMC. El volumen administrado ha disminuido en los últimos años, como consecuencia de la crisis. El ejecutivo asegura que en estos años han aprendido la lección de que no se debe dar acceso a inversiones alternativas a largo a inversores que no sean institucionales. De hecho, actualmente tienen problemas con "dos accionistas y medio" de su participada Dinamia porque "están convencidos de que la economía española se va a derrumbar y quieren liquidarla" para hacer caja. 

Con esta lección en sus mentes, en N+1 están convencidos de que a partir de ahora sólo habrá inversiones en España procedentes de institucionales y que este campo será, en todo caso, más reducido que en el pasado y se limitará a family offices muy especializados, fondos de pensiones y compañías de seguros. De este grupo ya han desaparecido, además de numerosas familias o grandes patrimonios que de repente se encontraron con mucho dinero para invertir, las cajas de ahorros. "El sarampión se ha acabado. Hubo un momento en que había capital, pero entre todos lo hemos malgastado. Ahora España es un país pobre en capital y será así durante un tiempo largo", concluye Eguidazu.