Mujer contra mujer

Nuevo post del blog de María Folqué y Montserrat Formoso de Funds People.

¡Ja! Han picado. En realidad y por si están a tiempo, vamos a hablar de Janet y Ángela, pero por separado. Pero es que al fin y al cabo, al estar rodeadas de la prensa, pues algo se pega y es inevitable pensar en titulares y argucias, todo en la misma frase. Y además está lo de la volatilidad, que está tan baja que nos entran ganas de ir dando sustos por ahí, como si el mercado sufriera un ataque colectivo de hipo o de conformismo y hubiera que agitar al personal. Avisados quedan.

Empezamos por Ángela, esa mujer tan querida en Alemania y tan denostada en Grecia. Ángela es noticia, y no sólo por lo contenta que debe estar con lo de su selección de fútbol (por cierto, qué guapo el portero). Resulta que cumple 60 años y que el partido le va a hacer un fiestón. El caso es que leemos en el Spiegel que podría estar planteándose dejarlo en una temporadita. Según la publicación germana, la señora Merkel no quiere seguir los pasos de sus dos antecesores más populares, Adenauer y Kohl, que no se marcharon de motu propio, sino por la voluntad del partido y del electorado, respectivamente. Aunque la cosa no sea inminente, parece que la canciller alemana, que va por su tercer mandato, podría en algún momento dejar el poder de forma voluntaria, algo novedoso no sólo en su país, sino en lo que viene siendo la galaxia. Veremos. Lo que no sabemos es cómo estará la TIR del Bund la próxima vez que ganen el mundial. En Italia en 1990 andaba por un 9% y esta semana ronda los mínimos históricos en el vecindario del 1%.

Y de mínimo a otro que lo va a dejar de ser, o sea, a la Fed y a Janet, que tuvo su comparecencia de mitad de año ante las Cámaras, antes conocido como el discurso Humphrey-Hawkins. Atención inversores en redes sociales y en biotecnología, la señora Yellen opina que las valoraciones están “muy ajustadas” y que algunos títulos cotizan a unos peres dignos de la burbuja tecnológica y de la exuberancia irracional de Mr. Greenspan. Lo dicho, avisados quedan, como siempre nos quedará el “stock-picking”.

El toque de atención a los mercados lo suavizó con un “en general, las amenazas se encuentran en un nivel moderado”, y la gente tomó aire para volver a oír el discurso continuista de Fairy Godmother. Usted puede pensar que el trabajo de Janet parece fácil: dejar agotar el programa de compra de bonos establecido por Bernanke y subir los tipos cuando el mercado laboral y la economía se recuperen. Pues no, como en los mejores personajes siempre hay matices.

Porque detrás de la mejora del empleo, según la Fed, podría haber cierto efecto distorsionador: la tasa de paro es baja sí, incluso inferior al objetivo establecido del 6,5%, pero la tasa de participación está en mínimos. ¿Y qué pasa con la fuerte recuperación de la economía en primavera? Pues que puede marcar una senda sólida o simplemente ser un efecto rebote tras los malos datos de invierno. Yellen mantiene su mensaje, aquél de que la recuperación económica de EE.UU. no se ha completado y continúan siendo necesarias las políticas acomodaticias.

Y mientras tanto toca enfrentarse a un colectivo republicano y a su propuesta legislativa para acotar el marco de actuación de la Fed mediante una regla matemática que vincule los niveles de tipos oficiales a las variables de PIB e inflación al estilo de la regla de Taylor. Y sería un error, clamó Yellen, ¡qué no somos el Bundesbank!, le faltó decir, pues la independencia se garantiza, según la Presidenta, por el margen de maniobra y discrecionalidad en las actuaciones, que permitieron, por ejemplo, que la crisis del 2008 no fueran peores. Y es que algunos sectores republicanos consideran que la Fed ha tomado demasiados riesgos desde entonces.

¿Cuándo subirán los tipos? Ay, la pregunta del millón. “Ni fórmulas mecánicas ni datos definitivos”, dice Yellen, concretando que los tipos subirán antes de lo estimado si consideran oportuno, y después de lo estimado si también. ¡Qué precisión, ni siendo gallega! Le faltó esa respuesta tan de madre de: “subirán cuando tengan que subir”.

Hablemos ahora de hombres, producto nacional. Del tenemos chico nuevo en Ferraz al De Guindos tendrá que esperar para presidir el Eurogrupo, al menos hasta que “coloquen” a Dijsselbloem –famoso por crear la alarma ante la crisis chipriota y tachar a Juncker de bebedor y fumador empedernido- en algún puesto del agrado de Holanda.  Desde aquí lanzamos un mensaje a De Guindos: no se descentre en la economía española que ya desde mediados de 2013 volvemos a experimentar déficit comercial. ¿Fin del “milagro” de la competitividad?, ¿recuperación de la demanda interna?, ¿volver a vivir de lo prestado? ¡Ay! Mejor cerremos con Messi, que tras pagar 53 millones de euros en impuestos es el primer contribuyente de España. Las palabras podrían ser las mismas que las de la semana pasada: "No me interesa el premio. No me importa nada".

 

"12 hombres sin piedad"